sábado, 31 de octubre de 2009

Los sabios universos de la copla

Nace de lo más profundo del hombre, de su modo de sentir y transmitir la vida...


Poseemos un increíble patrimonio cultural que por motivos diferentes, no se ve reflejado en los medios ni en los libros de estudio, porque si hablamos de identidad, si hablamos de patria, repatriemos definitivamente lo que somos como nación.

En “Grito en el cielo” Leda Valladares escribe: Los sagrados cantores de los valles, los “vallistos” que descienden de los siglos andinos nos están esperando en los cerros del noroeste argentino para revelarnos otra dimensión del canto, terrestre y sideral. Al escucharlos aterrizamos en América y la descubrimos. Su discurso de cantores es la suprema desnudez: solo tres notas escalofriadas por la voz del abismo. Este rayo nos inicia en el canto planetario que establece la jerarquía del grito y el lamento como sacralidades del iniciado”

Y entonces la copla brota entre el desierto y riega de simple filosofia la cosmogonía del hombre y su derredor.

Quiero decir y no digo
y estoy sin decir diciendo;
quiero y no quiero querer
y estoy sin querer queriendo.

O se retuerce en la bronca cuando habla sobre la eternizada pobreza que sufren los hermanos del norte argentino

Caramba, que me hallo pobre.
De pobre me andoy muriendo.
Ya no encuentro quién me quiera.
Yo sólo me andoy queriendo.

Es el sufrimiento de una raza que a traves de siglos fue marginada y vituperada por los dueños de las cosas, pero ellos desde su voluntad mineral, rara vez gritan fuerte su suerte, por el contrario son demasiado pasivos y pacientes con los que diferencian...

Aquí esta este pobre coya,
Me ha hecho lo que han querido
Y si no me han hecho más,
Será porque no han podido.

Y en su digitado destino, ellos suelen elevar en sus coplas – como un blues - la desazón y el desconcierto ante la indiferencia y la desigualdad que los acomete. Se nota cierta similitud con los cantos algodoneros de los negros esclavos de norteamerica, o el reggae jamaiquino, o los primeros poetas del Folk social como Woodie Guthrie, Seeger o el sabio Dylan entre otros que reflejaban en sus canciones el dolor y el sufrimiento al que sometemos a nuestros propios hermanos.

Si no protesto me explotan
y si protesto voy preso,
pa’ los de abajo la caja
y pa’ los de arriba el queso.

y cuando la voz ya arde sueltan despues de siglos de oprobio y sufrimiento, de ser expulsados de la vida misma...

Explotan a los obreros
con el cañero es igual
estafan al peón de estancia
y ellos ganan siempre más.

Pero es tan variada la copla como la vida misma, y ellos le cantan con igual espíritu al amor y a la festividad, a la cosecha como a la divinidad, al pan, al arrope y al amigo, al sol y a la muerte que – aunque quieran diferenciar- siempre viaja como una sombra que nos iguala, felizmente. Hablando de amores correspondidos y desertados, vayan pues algunas coplas recopiladas

De la miel de tus labios
dame una gota,
que traigo yo muy amarga,
niña, la boca.

El amor es un bicho
que cuando pica,
no se encuentran remedios
ni en la botica.

Y jamas, pero jamas faltarán las coplas y tonadas festivaleras, porque ya hemos hablado que en cuanto hay oportunidad se destapa el vino y se baila y se festeja hasta que las velas ardan, como sabiendo que el tiempo siempre toca la última nota, ellos enfrentan la vida con la simplicidad del que filosóficamente sabe que la vida es hoy, ni más ni menos!

Un borracho se murió
y dijo en su testamento
que lo entierren en la viña
para chupar del sarmiento.

Mi garganta no es de palo
ni hechura de carpintero.
Si quieren que yo les cante
demén chichita primero

¡Ya se ha muerto el carnaval!
Ya lo llevan a enterrar.
Echenlé poquita tierra;
¡que se vuelva a levantar!

Y como en casi todas las culturas que ha sufrido la marginación, recurren con sabiduría al humor y la picardía para que reine entre las mesas, porque el humor tiene el poder de convencer hasta el animo mas desparejo, de levantarnos de nuevo las alas a pesar del viento, el humor es paliativo, es medicina, es ungüento…es risa que cura heridas....¡es carnaval al lamento!

Casate me dijo el cura
Yo no me quiero casar
Si anda buscando mi plata
Que se ponga a trabajar

No me vengas a decir
Que tus padres no quisieron
Con otro hiciste lo mismo
Y tus padres no supieron

A la señora de enfrente
se le ha muerto el marido,
y por temor al difunto,
se viene a dormir conmigo.

El gallo en la madrugada
golpia las alas y canta
y el que duerme en cama ajena
madrugando se levanta.


Y para despedirnos en esta breve reseña de una de las más milenarias formas de expresión cultural de nuestro pueblo, sería bueno que cada tanto…no pido mucho, festejemos tambien el tantanakuy, la pachamama entre tanto halloween importado, y aprendamos a conocer quienes somos y quienes son los verdaderos dueños de la historia de esta tierra…porque esta bueno ser habitante del mundo y festejar todas las culturas, pero tambien sería bueno que alguna vez…después del trainnning, después del child out, del dancing, del after hour, del acting y de tantos programas que te desafinan el cerebro, por lo menos, sepamos que el erke, los coyas, los aymaras y la tutruca, las rameadas, la baguala y los sikuris, el quechua, las cajas y las tonadas….son tan nuestras, pero tan nuestras como los programas de Tinelli hablando ese idioma casi tan parecido al castellano.

“Pobre mi patria argentina
la justicia va mermando
los ricos comen la torta
los pobres quedan mirando”.

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