"El hombre en su evolución incorpora nuevos conocimientos, pero jamás abandona sus ritos"
¿Quién nos transmitió que cruzar los dedos aleja los malos espíritus? La pata de liebre que contrarresta -según tradiciones medievales- las noches en que las brujas se convertían en liebres para sorber los pechos de las mujeres que habían dado a luz. Seguramente lo de levantarse con el pie derecho obedece a la dictadura de los diestros que son mayoría y consideraban al zurdo –como algunas conductoras de televisión- como algo perverso.
Desde los druiadas y galenos de la antigüedad, la madera siempre fue fuente medicinal, aunque también en la grey cristiana se lo atribuye a la cruz de madera de cristo, ”tocar madera” entonces, es aferrarse a la tabla de salvación espiritual ante el peligro inminente del mal.
Y así podemos seguir con las herraduras, la sal desparramada, la positividad de algunos colores y por el contrario la necesidad de evitar gatos negros, de pasar bajo escaleras, y ni hablar del viernes 13, número fatídico si los hay que debe su fama al día de la muerte de varios semidioses, a Jesús (murió un viernes para colmo) y también el número de los apóstoles antes del final anunciado por un «cleto» de aquella época.
Entonces uno se pregunta porque el hombre desde su génesis lleva internalizado en mayor o menor medida el apego a las cábalas, a ritos y supersticiones y a las costumbres que aunque ninguneadas por lo bajo. seguimos usando porque, no creemos en brujas¡pero que las hay, las hay!
Cruzar los dedos!
A pesar de la velocidad de los cambios, de la prepotencia de los nuevos tiempos, poco han cambiado en nuestras costumbres los temores, los reaseguros cabuleros, la indefensión ante lo desconocido y la caterva de recursos que utilizamos para luchar contra las energías negativas que nos acompañan desde el principio mismo, seamos sinceros, ¿quién no tocó madera alguna vez u otra zona febril ante la presencia de energía negativa?, quién no pensó : “si sucede algo en pocos minutos será un mensaje y señal buena ante algún temor que nos apremia”. Prender velas, la oración a santos, la devoción a los milagros, la aprehensión a los ritos y creencias que nos ayudan como una armadura a enfrentar con mayor enjundia y ánimo la inminencia de una batalla desigual.
Lo increíble es que esta particularidad nos iguala a todos los humanos, sean de la religión o raza o cultura que sean. Todas pero todas tienen sus cábalas, sus pócimas y conjuros y sus miles de maneras de auyentar los demonios que insisten advertidos de nuestra innata fragilidad. Los brahanes e hindúes en la búsqueda de la reencarnación, los budistas viajando hacia dentro de sí mismos, el islamismo, el judaísmo y el cristianismo confluyendo en la virtud de las acciones a través del dogma con reglas a seguir para llegar a Dios.
Los ritos y ceremonias de los pueblos indígenas en su adoración a la tierra y a lo natural, el candomblé africano para espantar el mal con sus macumbas, orixas, umbandas, vudúes y santerías. Algunas más apegadas a su fe primaria, otras cercanas al sincretismo, al fusionarlas con la fe de los nuevos mundos.
Más allá de fe, que de eso de tratan las cábalas, éstas difieren solamente en la forma, el estilo en que cada cultura aleja el mal a través de plumas, saumerios, inciensos, rezos y sacrificios, o la “promesa” de que si se cumple lo pedido ofreceremos algo que en verdad nos cueste ofrendar.
Por eso, a pesar de que fingimos racionalidad, sabemos que internamente la mayoría aún lleva dentro de si ese submundo de creencias y tradiciones que no quiere gritar a viva voz porque parecería que es poco culto sabernos místicos y supersticiosos.
Ave de buen agüero
Esta nota nació para sintetizar un pedido de Sara, una asidua lectora de mis notas y yo le sumo un homenaje a Ana, creadora de la lechuza en este mismo diario, ya que si hay animal que rige la superstición ése es el buho o lechuza. Desde las pinturas rupestres siendo uno de los pocos animales que aparecen, a la Grecia antigua en que era uno de los símbolos de la diosa Palas Atenea (Minerva) diosa de la sabiduría y la inteligencia pues había nacido del cerebro de Zeus y con sus ojos profundos –como la lechuza- le era más fácil por más oscura que fuera, ver la verdad. También babilonios y egipcios lo usaban para proteger embarazos y partos, los hindúes como símbolo de espiritualidad cósmica y muchas culturas le ofrendaban como símbolo del conocimiento, los mayas en su horóscopo, señalan a la lechuza como factor espiritual y sensible, aunque también tiene en muchas otras culturas un significado más oscuro y tenebroso siempre asociado a la muerte «Reconozco el batir de las alas, sonido temeroso.» escribía el poeta Virgilio en su Eneida.
Sin embargo en su parte pristina, la lechuza como amuleto de hogares trae beneficios de protección y mejoras económicas, la tradición dice que hay que ir comprando diferentes adornos «lechuziformes» para progresar en ese mismo bienestar.
Yo tengo fe... que todo cambiará
Y en nuestro país somos evidentemente cabuleros. Basta ver los deportistas en una retahíla de persignaciones y pasos en falso para no entrar al terreno con el pie cambiado, los brazos al cielo en cada gol, como si el contrario no tuviera la misma protección divina no?, la afición a los burros y su frondosa “martingalas” tangueras, la devoción a la curandería que nos ha salvado de pasmos, empachos y verrugas, la lectura de manos, horóscopos y cartomancias, ídolos convertidos en santos, San Pugliese velando por los músicos, los actores y el deseo estercolero debido a que en teatros de antaño cuanto más carruajes, más gente y cuando más caballos más éxito o sea más “merde”... y estampistas y plata bajo el plato de ñoquis y 12 uvas en año nuevo y los “cuernitos” al mal agüero, y amuletos y tréboles y espigas... esmorfias y talismanes, o levantar a la novia (o novio) camino al lecho nupcial.
Entonces más allá de los fundamentos científicos que rechazan este universo cabulero, la gente sigue practicando –aún en sombras- su pagana forma de sobrellevar los miedos, la angustia, como un mecanismo de defensa ante la adversidad, cosa que no veo mal, cada cual lucha contra los molinos de viento de la vida con las armas que mejor le sirven, de eso se tratan las creencias, de eso se tratan las religiones, de eso se trata la lucha cotidiana ante lo enigmático de la existencia, ”hay que creer o reventar» es el dicho, o como dijo aquel parroquiano en una frase que quedó marcada a fuego en la historia de nuestra ciudad, al ser interrogado cuando iba caminando en medio de una procesión, el susodicho contestó efusivo: “y... en algo hay que creer me c... en Dios” provocando la risa incontenible de los presentes.
PD: mire si será un ave de buenos presagios que Tres Llantas, a pesar de ser un equipo humilde, equiparaba el juego gracias a los goles caídos del cielo del gran delantero local, “lechuza” Campos. Vaya a él también entonces este humilde homenaje.
Jorge "Aleman" Azpiroz.
Músico y escritor.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Un pequeño homenaje al gran Ricardo Vilca
Plegaria para el rey mago de las nubes
El asado ya había sido... Marcelo, Abel, Ana y otros organizadores salieron disparados para seguir tapando los miles de agujeros que se abren cuando se organiza algo tan anaeróbico a puro pulmón, decenas de músicos, artesanos, historiadores habían llegado de todos lados del país para desparramar su música, su arte, su ternura.
Traer en un fin de semana parte de la cultura del norte argentino no fue cosa fácil, las distancias, los tiempos, los albergues, el escenario, en fin, la cuestión es que a la noche en el teatro saldrían los sikuris, las quenas, los bailecitos, las coplas, las cajas chirleras a despertar el teatro de emociones encontradas.
Me tocó quedarme en medio de la quinta al rescoldo del fuego moribundo, entre los vasos ya poseídos por los queribles demonios de la amistad y el regocijo. Me tocó quedarme decía, porque debía esperar la llegada del maestro, Ricardo Vilca.
Tarde pero llegó, bajó –después de interminables horas de viaje- con toda la humildad del mundo entre sus ojos, con toda la educada timidez del norte entre sus manos y se sentó junto a sus músicos a beber bajo los árboles el tiempo del encuentro. Yo volví a beber porque la situación lo requería (siempre es fiesta cuando hay almas que valen la pena) y entonces con el asado ya tibio, casi frío, con el vino conversando entre las bocas, pude conocer a Don Ricardo Vilca y sus músicos, José Toconás y su charango y el “chato” González con su bolsa llena de sikus y zamponias.
Y ahí nomás supe que a la noche cuando en la velada ardan las velas de los acordes y rasguidos, viviría algo que habitaría eterno dentro de mi corazón... Vilca traía como un pequeño mundo, sufrido, amable, generoso como si fuera parte de su vestuario y traía además ese espejo verdadero que nos muestra lo mejor de nosotros mismos. Entonces uno crece, uno vive y respira vida y festeja –aún hoy- haber conocido al rey mago de las nubes y haber compartido la ternura inmanente de su cara de América malquerida.
Ellos tienen el sol
Cuando subió al escenario, como nadie lo conocía, provocó miradas encontradas, algunas al borde del precipicio del prejuicio. Estamos hablando de hace 15 años, después Divididos y sobre todo León Gieco lo harían crecer en popularidad entre sus pares, aunque como ya he escrito varias veces, jamás pude entender como Vilca no es más conocido. Se ve que muchos medios en vez de perseguir belleza prefieren apostar al desatino de la persistencia en el error de ver el vaso siempre medio vacío. Vilca tenía casi siempre el vaso medio vacío pero el alma la tenía siempre llena, rebosante, preparada para dar, para ofrendar, para el vital sacrificio del artista que sufre y ama y se emociona cuando la emoción nos emociona a todos, como debe ser, como siempre repito, músicos hay muchos, artistas hay pocos. Vilca era, es y será todo eso que cualquiera que cree en la obra, en el arte, en el compromiso de la cultura, debemos sostener a ultranza, Vilca era auténtico como el paisaje de su tierra, y transmitía –transparente- esa autenticidad.
Al rato de empezar yo miraba entre las butacas los rostros impávidos, absortos, el asombro de la gente que presentía y advertía que estaba en medio de una ceremonia mágica y vital. Era increíble ver como en esta especie de misa pagana, el silencio se volvía carne en cada carne, cuerpo en cada cuerpo y la alegría júbilo en cada canción.
Majada de sueños
A la medianoche se subieron de nuevo al auto desvencijado para volver al norte, a Jujuy. Don Ricardo seguía hablando bajito, nos abrazaba con la sinceridad del que no tiene que venderle nada a nadie, nosotros intuímos en ese momento que Ricardo, sus músicos y ese aire cálido del norte se nos iba a quedar a vivir alrededor de nuestros corazones. Cuando uno conoce gente de este tamaño humano inevitablemente -¡gracias a Pachamama! se vuelve más humano. Por eso comparto con los lectores esta emoción imborrable, este canto al canto verdadero, porque, concordemos que entre tanta vida chatarra, descartable, entre tanta mentira organizada como diría el Armando, entre tanta retahíla de hipocresía, de superficialismos, entre tantos que nos quieren hacer creer que es mejor la «nada» aunque brille y el olvido a los olvidados, en estas épocas en donde tenemos que escuchar pobres ricos hablando de ricos pobres, que mejor –como contrapeso- que la “risaniña”, que mejor que el abrazo compadre, el vino amigo, que mejor que la música del alma de Vilca. Él nos trajo la verdadera riqueza, aún en su vida repleta de años de indigencias, nos trajo el mejor de los tesoros, el de la mano compartida y ofrendada sin intereses ni doblez, sólo así, ¡simple!, con la bondad latiendo entre sus dedos, esos mismos dedos rajados por la dureza del destino, cobrizos como el oro del tiempo, apretando eternos en su eterna utopía, las manos de los que todavía queremos aprender a ser mejores personas escuchando atentos los sonidos del corazón y aprendiendo –de una vez por todas- a ver a la gente solamente con los ojos del alma.
PD: Esta nota es una invocada invitación a que lo escuchen. En su simpleza se colaban complejas variaciones clásicas sin abandonar jamás -como un acullico- el amor a su tierra enredándose de por vida sobre el diapasón.
Maestro rural en los pequeños poblados del norte jujeño. Su música fue interpretada en el Teatro Colón por 500 musicos y hoy día hacemos fuerza para que los homenajes a su siembra, se sigan realizando por todo el país.
Trabajos recomendados: La Magia de mi Raza, Nuevo Día, Majada de Sueños y Sueños de mi Tierra.
El asado ya había sido... Marcelo, Abel, Ana y otros organizadores salieron disparados para seguir tapando los miles de agujeros que se abren cuando se organiza algo tan anaeróbico a puro pulmón, decenas de músicos, artesanos, historiadores habían llegado de todos lados del país para desparramar su música, su arte, su ternura.
Traer en un fin de semana parte de la cultura del norte argentino no fue cosa fácil, las distancias, los tiempos, los albergues, el escenario, en fin, la cuestión es que a la noche en el teatro saldrían los sikuris, las quenas, los bailecitos, las coplas, las cajas chirleras a despertar el teatro de emociones encontradas.
Me tocó quedarme en medio de la quinta al rescoldo del fuego moribundo, entre los vasos ya poseídos por los queribles demonios de la amistad y el regocijo. Me tocó quedarme decía, porque debía esperar la llegada del maestro, Ricardo Vilca.
Tarde pero llegó, bajó –después de interminables horas de viaje- con toda la humildad del mundo entre sus ojos, con toda la educada timidez del norte entre sus manos y se sentó junto a sus músicos a beber bajo los árboles el tiempo del encuentro. Yo volví a beber porque la situación lo requería (siempre es fiesta cuando hay almas que valen la pena) y entonces con el asado ya tibio, casi frío, con el vino conversando entre las bocas, pude conocer a Don Ricardo Vilca y sus músicos, José Toconás y su charango y el “chato” González con su bolsa llena de sikus y zamponias.
Y ahí nomás supe que a la noche cuando en la velada ardan las velas de los acordes y rasguidos, viviría algo que habitaría eterno dentro de mi corazón... Vilca traía como un pequeño mundo, sufrido, amable, generoso como si fuera parte de su vestuario y traía además ese espejo verdadero que nos muestra lo mejor de nosotros mismos. Entonces uno crece, uno vive y respira vida y festeja –aún hoy- haber conocido al rey mago de las nubes y haber compartido la ternura inmanente de su cara de América malquerida.
Ellos tienen el sol
Cuando subió al escenario, como nadie lo conocía, provocó miradas encontradas, algunas al borde del precipicio del prejuicio. Estamos hablando de hace 15 años, después Divididos y sobre todo León Gieco lo harían crecer en popularidad entre sus pares, aunque como ya he escrito varias veces, jamás pude entender como Vilca no es más conocido. Se ve que muchos medios en vez de perseguir belleza prefieren apostar al desatino de la persistencia en el error de ver el vaso siempre medio vacío. Vilca tenía casi siempre el vaso medio vacío pero el alma la tenía siempre llena, rebosante, preparada para dar, para ofrendar, para el vital sacrificio del artista que sufre y ama y se emociona cuando la emoción nos emociona a todos, como debe ser, como siempre repito, músicos hay muchos, artistas hay pocos. Vilca era, es y será todo eso que cualquiera que cree en la obra, en el arte, en el compromiso de la cultura, debemos sostener a ultranza, Vilca era auténtico como el paisaje de su tierra, y transmitía –transparente- esa autenticidad.
Al rato de empezar yo miraba entre las butacas los rostros impávidos, absortos, el asombro de la gente que presentía y advertía que estaba en medio de una ceremonia mágica y vital. Era increíble ver como en esta especie de misa pagana, el silencio se volvía carne en cada carne, cuerpo en cada cuerpo y la alegría júbilo en cada canción.
Majada de sueños
A la medianoche se subieron de nuevo al auto desvencijado para volver al norte, a Jujuy. Don Ricardo seguía hablando bajito, nos abrazaba con la sinceridad del que no tiene que venderle nada a nadie, nosotros intuímos en ese momento que Ricardo, sus músicos y ese aire cálido del norte se nos iba a quedar a vivir alrededor de nuestros corazones. Cuando uno conoce gente de este tamaño humano inevitablemente -¡gracias a Pachamama! se vuelve más humano. Por eso comparto con los lectores esta emoción imborrable, este canto al canto verdadero, porque, concordemos que entre tanta vida chatarra, descartable, entre tanta mentira organizada como diría el Armando, entre tanta retahíla de hipocresía, de superficialismos, entre tantos que nos quieren hacer creer que es mejor la «nada» aunque brille y el olvido a los olvidados, en estas épocas en donde tenemos que escuchar pobres ricos hablando de ricos pobres, que mejor –como contrapeso- que la “risaniña”, que mejor que el abrazo compadre, el vino amigo, que mejor que la música del alma de Vilca. Él nos trajo la verdadera riqueza, aún en su vida repleta de años de indigencias, nos trajo el mejor de los tesoros, el de la mano compartida y ofrendada sin intereses ni doblez, sólo así, ¡simple!, con la bondad latiendo entre sus dedos, esos mismos dedos rajados por la dureza del destino, cobrizos como el oro del tiempo, apretando eternos en su eterna utopía, las manos de los que todavía queremos aprender a ser mejores personas escuchando atentos los sonidos del corazón y aprendiendo –de una vez por todas- a ver a la gente solamente con los ojos del alma.
PD: Esta nota es una invocada invitación a que lo escuchen. En su simpleza se colaban complejas variaciones clásicas sin abandonar jamás -como un acullico- el amor a su tierra enredándose de por vida sobre el diapasón.
Maestro rural en los pequeños poblados del norte jujeño. Su música fue interpretada en el Teatro Colón por 500 musicos y hoy día hacemos fuerza para que los homenajes a su siembra, se sigan realizando por todo el país.
Trabajos recomendados: La Magia de mi Raza, Nuevo Día, Majada de Sueños y Sueños de mi Tierra.
jueves, 8 de julio de 2010
Miremos el lado brillante de la pelota...
“El fútbol es la recuperación semanal de la infancia” (Javier Marías)
Amado y criticado. Para muchos, imprescindible, para otros, un pasatiempo primitivo. Arte o locura, estética o violencia, juego o batahola... todas, pero todas las palabras conviven en este existencial invento que en nuestra cultura es tan importante, que vive en el ánimo de sus adoradores desde el primer arco a arco con el viejo, hasta el último partido, junto al nieto...relatado.
En estos últimos tiempos, debido a lo cambios de quienes manejaron este poderoso entretenimiento, he leído notas por doquier, a favor o en contra, críticas y elogios de que el fútbol llegue al fin al pueblo, pero veo que la mayoría sigue confundiendo al fútbol solamente con un deporte, cuando es mucho más que eso: ¡Es cultura nacional! Nos guste o no, rezonguemos de sus defectos o nos alegremos de sus virtudes es así. Analizarlo como un simple deporte es no conocer la realidad de los países como el nuestro – bien latinos y sanguíneos- que viven, respiran y mueren abrazados a la pasión que esta cultural forma de pertenencia y de comunión colectiva provoca en sus más enfervorizados fieles, los hinchas.
El filosofo Gramsci lo definía como “el reino de la lealtad humana ejercida al aire libre”.
Desde lejos no se ve...
La parte sociopolítica la dejamos para otro día, pero que tu equipo jugara un viernes y te tuviesen de rehén hasta el domingo a las 00.00 hs. para ver un gol, era (sin contar que debías pagar hasta para ver un córner) poco menos que esclavizar a la gente a través de sus emociones. La actualidad siempre puede ser mejorada, pero invertir en algo cultural que recrea y divierte (ahora a más de 25 millones de argentinos), que acompaña y llega a lugares donde jamás habían visto un partido, no deja de ser socialmente más justo, porque aún suponiendo que el “fútbol para todos” haya sido un equívoco: “siempre es preferible un error que beneficie a los más humildes que un error que beneficie a los poderosos de siempre”.
“Yo crecí en un barrio privado... privado de luz, agua, teléfono...”,(Diego Armando Maradona).
La pelota manchada
Aunque el juego en sí jamás es culpable, siempre fui bastante crítico de su lado oscuro, de sus defectos y sus miserias, he escrito en contra de varios de sus males exógenos como el exitismo, la violencia y el fundamentalismo que intenta que uno viva a través de sus ídolos y no su propia vida. Pero me apenan también quienes lo denigran desde sus soberbios pedestales – por desconocimiento, tal vez- y no reconocen que, en su lado brillante, es una de las pocas cosas que nos mantiene en juego, que nos regurgita lo lúdico de nuestra infancia.
Por eso uno ve que para la mayoría, lo último que se cambia es su amor a este concepto de pertenencia, a ser parte de un equipo, a una forma de actitud compartida y muchas veces hasta una manera de ver la vida a través de las diversas y maravillosas formas que tiene este entretenimiento.
Y esto sin obviar lo importante que es para miles de niños que encuentran en los clubes ese ámbito cálido, esa contención y ese amparo que los ayuda a compartir con “iguales” esos años que marcan la vida para siempre.
“La única religión que no tiene ateos, y exhibe a sus divinidades.” (Galeano)
Fútbol y literatura
Entonces, sin caer en extremos, uno aprende a disfrutar de la vida como de lo positivísimo que ofrece el fútbol, sin exageraciones ni antagonismos, pero comprendiendo que forma parte de nuestra forma de sentir y de ser, de nuestra idiosincrasia como nación.
"Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol" (E. Sacheri)
Y nuestro país, saludablemente tiene en sus intelectuales muchísimos amantes de este juego y lo transcriben con pluma genial en varios libros, ensayos y poemas. Nombrar a inmensos pensadores como Soriano, Cortázar, Bayer, Sasturain o J. P. Feinmann, sirve como avanzada a decenas de grandes escritores que saben de memoria que la existencia pasa, sobre todo, por lo que nos emociona, y nos hace olvidar por un rato, que el partido de la vida tiene árbitros comprados de antemano que nos expulsan si gambeteamos lo políticamente correcto y siempre lo terminan antes de lo que uno desearía.
Maravilloso juego
El escritor Rodolfo Braceli dice: “Millones de veces oímos decir que el fútbol se parece a la vida. A veces dan ganas de decir que es la vida la que se parece al fútbol” y aumenta aún más su análisis filosófico: “El fútbol es maravilloso porque como juego es maravilloso. Pero además es maravilloso porque nos saca tan sin vueltas, tan de cuajo, la careta. En ese sentido, el deporte de la pelota nos desnuda, nos deja en pelotas”. Para pensar, ¿no?
El «negro» Fontanarrosa que tanto nos ayudó a ser mejores tipos, dejó miles de páginas dedicadas a su amado deporte. Lo marcó tanto el fútbol que hoy mismo se puede ver su nombre en las tribunas de su querido Rosario Central, “tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha”, escribió con su inigualable ironía.
Vayan estas otras dos frases para reír un poco: “Central es prioridad uno. No me vengan con el cumpleaños de mamá. Yo me voy a la cancha. Eso es innegociable” y hablando en un reportaje sobre la sexualidad de los futbolistas aseveró: “Antes y después no pasa nada; el verdadero problema es la actividad sexual durante el partido”…¡Qué problema cuando se nos va esta gente!
Como decía anteriormente, seguro nos volvemos más mediocres como sociedad.
Tiempo adicionado
Por eso, “seamos buenos” (como dice un periodista) y reconozcamos en este maravilloso juego todo que nos une, lo que aunque sea por 90 minutos, nos abraza sin clasismos ni diferencias. Sepamos vernos en cada niño que en cada rambla patea la vida para adelante con la emoción del gol y la gambeta, ya tendrá tiempo de sufrir cosas peores, -la adultez suele ser un defensor con malas artimañas- y antes que los refutadores de leyendas y los escribas del pesimismo nos quieran robar la pelota cada vez que caiga en el patio de su amargura, antes de que nos quieran robar como es costumbre la alegría, hagámonos un pase entre todos y ganemos por goleada a todos los que hablan de “pueblo” y jamás compartieron con ese pueblo ni la naranja después del picado.
“Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.” (Albert Camus).
PD: De cualquier manera si usted no está del todo de acuerdo con esta nota, ¡lo invito a definir por penales!
Jorge "aleman" Azpiroz, músico/escritor
especial para Diario La Opinión de Trenque Lauquen
Amado y criticado. Para muchos, imprescindible, para otros, un pasatiempo primitivo. Arte o locura, estética o violencia, juego o batahola... todas, pero todas las palabras conviven en este existencial invento que en nuestra cultura es tan importante, que vive en el ánimo de sus adoradores desde el primer arco a arco con el viejo, hasta el último partido, junto al nieto...relatado.
En estos últimos tiempos, debido a lo cambios de quienes manejaron este poderoso entretenimiento, he leído notas por doquier, a favor o en contra, críticas y elogios de que el fútbol llegue al fin al pueblo, pero veo que la mayoría sigue confundiendo al fútbol solamente con un deporte, cuando es mucho más que eso: ¡Es cultura nacional! Nos guste o no, rezonguemos de sus defectos o nos alegremos de sus virtudes es así. Analizarlo como un simple deporte es no conocer la realidad de los países como el nuestro – bien latinos y sanguíneos- que viven, respiran y mueren abrazados a la pasión que esta cultural forma de pertenencia y de comunión colectiva provoca en sus más enfervorizados fieles, los hinchas.
El filosofo Gramsci lo definía como “el reino de la lealtad humana ejercida al aire libre”.
Desde lejos no se ve...
La parte sociopolítica la dejamos para otro día, pero que tu equipo jugara un viernes y te tuviesen de rehén hasta el domingo a las 00.00 hs. para ver un gol, era (sin contar que debías pagar hasta para ver un córner) poco menos que esclavizar a la gente a través de sus emociones. La actualidad siempre puede ser mejorada, pero invertir en algo cultural que recrea y divierte (ahora a más de 25 millones de argentinos), que acompaña y llega a lugares donde jamás habían visto un partido, no deja de ser socialmente más justo, porque aún suponiendo que el “fútbol para todos” haya sido un equívoco: “siempre es preferible un error que beneficie a los más humildes que un error que beneficie a los poderosos de siempre”.
“Yo crecí en un barrio privado... privado de luz, agua, teléfono...”,(Diego Armando Maradona).
La pelota manchada
Aunque el juego en sí jamás es culpable, siempre fui bastante crítico de su lado oscuro, de sus defectos y sus miserias, he escrito en contra de varios de sus males exógenos como el exitismo, la violencia y el fundamentalismo que intenta que uno viva a través de sus ídolos y no su propia vida. Pero me apenan también quienes lo denigran desde sus soberbios pedestales – por desconocimiento, tal vez- y no reconocen que, en su lado brillante, es una de las pocas cosas que nos mantiene en juego, que nos regurgita lo lúdico de nuestra infancia.
Por eso uno ve que para la mayoría, lo último que se cambia es su amor a este concepto de pertenencia, a ser parte de un equipo, a una forma de actitud compartida y muchas veces hasta una manera de ver la vida a través de las diversas y maravillosas formas que tiene este entretenimiento.
Y esto sin obviar lo importante que es para miles de niños que encuentran en los clubes ese ámbito cálido, esa contención y ese amparo que los ayuda a compartir con “iguales” esos años que marcan la vida para siempre.
“La única religión que no tiene ateos, y exhibe a sus divinidades.” (Galeano)
Fútbol y literatura
Entonces, sin caer en extremos, uno aprende a disfrutar de la vida como de lo positivísimo que ofrece el fútbol, sin exageraciones ni antagonismos, pero comprendiendo que forma parte de nuestra forma de sentir y de ser, de nuestra idiosincrasia como nación.
"Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol" (E. Sacheri)
Y nuestro país, saludablemente tiene en sus intelectuales muchísimos amantes de este juego y lo transcriben con pluma genial en varios libros, ensayos y poemas. Nombrar a inmensos pensadores como Soriano, Cortázar, Bayer, Sasturain o J. P. Feinmann, sirve como avanzada a decenas de grandes escritores que saben de memoria que la existencia pasa, sobre todo, por lo que nos emociona, y nos hace olvidar por un rato, que el partido de la vida tiene árbitros comprados de antemano que nos expulsan si gambeteamos lo políticamente correcto y siempre lo terminan antes de lo que uno desearía.
Maravilloso juego
El escritor Rodolfo Braceli dice: “Millones de veces oímos decir que el fútbol se parece a la vida. A veces dan ganas de decir que es la vida la que se parece al fútbol” y aumenta aún más su análisis filosófico: “El fútbol es maravilloso porque como juego es maravilloso. Pero además es maravilloso porque nos saca tan sin vueltas, tan de cuajo, la careta. En ese sentido, el deporte de la pelota nos desnuda, nos deja en pelotas”. Para pensar, ¿no?
El «negro» Fontanarrosa que tanto nos ayudó a ser mejores tipos, dejó miles de páginas dedicadas a su amado deporte. Lo marcó tanto el fútbol que hoy mismo se puede ver su nombre en las tribunas de su querido Rosario Central, “tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha”, escribió con su inigualable ironía.
Vayan estas otras dos frases para reír un poco: “Central es prioridad uno. No me vengan con el cumpleaños de mamá. Yo me voy a la cancha. Eso es innegociable” y hablando en un reportaje sobre la sexualidad de los futbolistas aseveró: “Antes y después no pasa nada; el verdadero problema es la actividad sexual durante el partido”…¡Qué problema cuando se nos va esta gente!
Como decía anteriormente, seguro nos volvemos más mediocres como sociedad.
Tiempo adicionado
Por eso, “seamos buenos” (como dice un periodista) y reconozcamos en este maravilloso juego todo que nos une, lo que aunque sea por 90 minutos, nos abraza sin clasismos ni diferencias. Sepamos vernos en cada niño que en cada rambla patea la vida para adelante con la emoción del gol y la gambeta, ya tendrá tiempo de sufrir cosas peores, -la adultez suele ser un defensor con malas artimañas- y antes que los refutadores de leyendas y los escribas del pesimismo nos quieran robar la pelota cada vez que caiga en el patio de su amargura, antes de que nos quieran robar como es costumbre la alegría, hagámonos un pase entre todos y ganemos por goleada a todos los que hablan de “pueblo” y jamás compartieron con ese pueblo ni la naranja después del picado.
“Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.” (Albert Camus).
PD: De cualquier manera si usted no está del todo de acuerdo con esta nota, ¡lo invito a definir por penales!
Jorge "aleman" Azpiroz, músico/escritor
especial para Diario La Opinión de Trenque Lauquen
sábado, 3 de julio de 2010
El amor en los tiempos del mundial
Ellas, diosas inconmesurables no entienden la pasión descerebrada que envuelve a sus maridos durante el mundial, sólo lo ven mimetizados, anquilosados en el sofá como si fueran parte del decorado, con la barba hirsuta, los ojos esquizoides, la copa manchando de aureolas la mesita frente al televisor, las cenizas del cigarro que ya formaron un contrapiso…
Ellas los ven así, expuestos ante la barbarie de veintidós piernas peludas corriendo tras el “orgasmicogol” en el cual depositan la testosterona y las ganas de ser ellos los protagonistas del éxtasis de la multitud, que como pocas veces es una sola cosa, no hay ricos ni pobres, ni status, ni diferencias. En ese momento, en esa tribuna, todos se abrazan con todos como si la estupidez humana se tomara un recreo en su afán de diferenciarse.
Y entonces ellas, con justa razón y conmovidas ante tanta secular adoración de sus cónyuges por esta enfermiza pasión, comprenden que sólo les queda disfrazarse durante el mundial como Ribery, Tévez o Messi y aprovechar y abrazar a ese maldito loco hasta en los saques de arco, no sea cosa que por no comprender la curativa enfermedad que produce el fútbol en estos niños barbados…no aprovechen para entender que cuando una mujer se casa con un hombre se casa con un futbolista frustrado y que la frase completa es y será: “contigo pan y cebolla y….¡Fútbol!”
Un mes entero sin sexo!
Y a pocos días del mundial, ellas observan impávidas el enfermizo amontonamiento de revistas deportivas, la cantidad “alpédica” de almanaques con el fixture de los partidos por toda la casa, lo escucha hacer planes con amigos para ver tal partido… Entonces ellas saben que han sido desplazadas por la ferviente religiosidad del fanatismo futbolero, han sido reemplazadas por el silbato y las vuvuzelas, por el césped que siempre quisieron tener en el patio, por esa efervescente revolución circular, en fin, notan ellas que han sido reemplazadas hasta por… ¡Mascherano!
¡Mas no os resignéis! Ese pobre individuo que con los ojos eyectados no abandona el control ni a sol ni a sombra, es el mismo que la cautivó hace tiempo, en las plazas de invierno con malos poemas y buenos abrazos, es el mismo, aunque hoy parezca un primate, que el que le llevaba rosas de Flores Lito para agasajarla, ¡con ese mismo brazo que hoy aferra férreamente los diarios deportivos!
¡Hasta los hoteles alojamientos pusieron televisores para ver el mundial!
Yo la comprendo querida, ricura o doña, ¿cómo competir en igualdad de condiciones en esos momentos de efervescencia hormonal cuando el árbitro pita un penal en contra, ¡hay cosas que es imposible de que vuelvan a su lugar!
Devórame otra vez
Una amiga me contaba: me la paso recorriendo sus músculos flaccidosos, sus recónditos bíceps extraviados por tantos asados, extremando lo leído, poniendo en práctica lo escuchado, mientras este infame troglodita me empuja de encima de él cada vez que Messi encara hacia ese gol que no fue el nuestro.
Yo la comprendo, antes de casarse deben preguntarle a ese adonis irredento una sola frase: ¿te gusta el fútbol? De ser así sepa que en estas épocas de adicciones lo perderá irremediablemente, se le escurrirá de las manos como jabón de baja espuma, ¡resígnese es sólo un mes! -si el equipo sigue ganando-, de lo contrario prepárese para ver e imaginar –más allá de los años actuales- a un viejo agreta jurando matar a Heinze cuando lo cruze en la calle.
¿Comeremos perdices?
En fin, algunas encuestas hechas por Mariano Grondona y Chiche Gelblung creen que una de las causas de que cada vez haya más matrimonios gays es que uno tiene con quien compartir la formación de los equipos de primera, pero no está del todo comprobado. ¡Cosas del indec!
Yo sólo puedo humildemente –desde mi parte femenina- compartir un consejo: más que odiarlos y hacérselo notar, ¡compréndalo!, hágase amiga de su locura, siéntese junto a él y, mate en mano, alabe la capacidad de Ronaldo, los pases de Kaka, los glúteos de Drogba!!! Comparta con él su irracional mundo pelotero, como yo aprendí a compartir las telenovelas, me miré Xica da Silva y El Clon ¡de punta a punta!
Para congraciarme con mi mujer conozco de Malparidas, Botineras y Herencia de amor, debo confesar que me subyugaron algunas heroínas bien portentosas, aunque es preciso reconocer también que me sentí bastante atraído por algunos “adónicos” galanes… ¡Qué va a hacer, últimamente uno es lo que ve, y lo que le quieren hacer ver por televisión!
Entre el cielo y la tierra
Por eso queridas amigas, hagamos el amor y no la guerra, quien dice que, si el equipo gana y juega bien, el troglodita no se ponga cariñoso y creativo. Quien le dice que gracias a una buena tarde de fútbol pueda pasar una maravillosa noche de pasión, porque las pasiones y las emociones son como la sangre que nos recorre. Y todas ustedes saben bien –mucho mejor que todos nosotros, los hombres- que hay pocas cosas que hacen que la sangre no llegue a la cabeza y a la razón. Una es el fútbol. la otra es…. ¡Vamo´ , vamo´, argentina… vamo´ a vamo‘ a ganar!
PD: Aprovecho para repetirle a mi madre, con la que vi el partido de argentina y gritaba los avances de Nigeria, ¡Mamá!...¡los morochos no son los nuestros!
Jorge "aleman" Azpiroz
Especial para Diaro La Opinión
martes, 8 de junio de 2010
Que nuestro pueblo interior nos habite
“Emotivado” por la Marcha de los Pueblos Originarios, escribo estas simples impresiones, estas cuatro imágenes del pueblo interior que nos cuesta ver. Tal vez no tengan hilación entre ellas….o tal vez sean una sola cosa. ¡Como un país!
Hace 10 años, junto a un grupo de amigos de piel, se nos ocurrió traer a Trenque Lauquen una delegación del noroeste argentino…como para contestarnos esa pregunta que siempre nos hacíamos: ¿Por qué sabemos tan poco de nuestra cultura interior, de nuestro pueblo original y profundo y sin embargo compramos de memoria y extasiados los espejitos que nos venden desde afuera?
Cuando tiempo antes fuimos a sus tierras, a compartir la vida con ellos y sus circunstancias, allá arriba, alta en el cielo, volvimos cargados de enseñanzas y ejemplos, se convirtieron en amigos del alma que nos ayudaron a vernos un poco más allá de nuestros zapatos.
De ahí vinimos cambiados o más convencidos de lo que sentíamos, pero compartir esos inolvidables días con ellos, con esas razas milenarias, fue terminar de comprender que vivimos errados si no sabemos mirar hacia adentro de nuestro país y de nuestra cultura para aprender a sentir por todos. Y sobre todo para ser nosotros mismos, de una vez por todas.
Esa vez llegaron a nuestra ciudad más de 50 personas, bandas de sikuris, copleras con sus cajas artesanales de cuero templado y trenzado a mano. Trajeron sus gritos amanecidos desde el fondo de la tierra, llegó un músico mágico como Don Ricardo Vilca que llenó de duendes el teatro para siempre; además de historiadores coyas que nos contaron su cuitas, y bailadores y quenas y comparsas.
Fueron unos días intensamente felices. La gente de Trenque, solidaria como siempre, llenó un camión con pertrechos de todo tipo para que le lleguen a estos hermanos olvidados.
Fue lindo porque dar es vivir dos veces…y ellos nos dieron más riqueza que la que nosotros pudimos imaginar devolver.
Desde el norte traigo en el alma...
Quienes han andado por el norte argentino saben de lo que hablo, de esa mano tendida, de ese convite sin trabas, de ese abrazo nacido para el otro.
Vio como cambian los modos, los tiempos y los miedos, es como otro país, ¿no? Es común terminar cantando en algún bar compartiendo lo que no se tiene, ahí se bebe verdaderamente el valor de lo verdadero.
Es común, cuando se abren a la confianza, que no te olvides más de lo importante: Hablar con el corazón y escuchar que las palabras suenan mejor cuando no hay ningún interés detrás de ellas.
Me acuerdo de esos días porque hace semanas, pocos días nomás, se vinieron todos para la capital, cientos, miles de hermanos marginados por el olvido y la indiferencia trayendo sus ropas, sus costumbres y su paciencia infinita para soportar hasta lo insoportable.
Vinieron trayendo sus cajas, sus coplas y sus voces. Y me volví a emocionar, como si recordara esos tiempos en los que compartí con ellos su rabia sabia y su paz existencial. Y me emocioné más, cosas de la vida y del querer, cuando mi hijo me llama desde Buenos Aires y me dice estoy acá…con ellos, entremezclado en sus ritos, cantando, riendo,¡ llorando!
Milagros
Y me alegré, porque aún en nuestra cósmica estupidez humana que todos padecemos, sentí que uno como hijo, como amigo, como padre, hace lo que puede y lo que el derredor te deja, pero, sin pontificar, me alegré como pocas veces al saber que hay muchos hijos que saben que no todos somos “tinellis” que se burla de hermanos a los que considera inferiores en su siempre bien rankeada insensibilidad.
Ya sabe que no todos nos tragamos los sapos de la desvergüenza con que marginamos a nuestra propia cultura, y sabe que Milagro Sala, que estaba junto a él con su whipala(1) en alto, junto a todos., caminando. No es la que te venden ciertos medios que jamás compartieron ni una ronda de desamparados junto a ella.
Porque es fácil criticar desde lejos, desde el cómodo sillón de la inacción cotidiana, desde la mesa abundosa, es fácil ser moral desde la inmoralidad de no hacer nada por el otro, porque ella, en su humanidad de aciertos y errores, no critica, actúa!!
Los que viven por intereses: ¿Han hecho aunque sea un tercio de lo que hizo Milagro con los niños abandonados de todo olvido? ¿Están seguros que han dado más que ella por el otro, por el semejante? No lo creo.
¡Ay! que difícil es aprender que lo que vemos no siempre es lo que es.
Recomiendo, antes de desparramar nuestros prejuicios, ante todo y ante nuestra histórica autodenigración de los que somos, de esa manía destructiva que tenemos como país, aprendamos de a poco a saber que somos en la medida de lo que damos…! Y de eso, todas las Milagros del país y de cada rincón del dolor, saben un poquito más que los que aún no aprendemos a amar los cientos de Cristos que viven y luchan donde viviría él si volviera.
Plegaria de sikus y campanas
Cuando dejamos la escuela allá arriba a 4000 metros de soledad y frío, porque teníamos que volver a nuestra civilización occidental y “fortiana”, caminamos más de doce horas, con miedo a caer por el barranco seductor, ya sin aire y con los ojos mojándose a cada rato. Bajamos callados, y cuando exhaustos llegamos a Iruya, nos recostamos contra la pared de la antiquiísima parroquia , estaba tan cansado que me entredormí, me tapó rápido la noche, mientras los póstumos festejos de la virgen del Rosario quemaban los últimos cuetes.
Desperté, decía, y cuando giré la vista a mi lado, no pude creer lo que veía. En silencio, arropado con la desnudez de la injusticia, estaba a mi lado Miguelito, el kolla niño que había vivido una semana conmigo en la escuela, allá arriba. No podía creer que hubiese venido corriendo desde el techo de la montaña, con sus nueve o diez años, caminando en el peligroso atardecer horas y horas. Y ahí estaba pegadito a mí, sin hablar, ni mirarme.
Le dije sin salir del asombro: -Miguelito, ¿estás loco, qué hacés acá? Y él me dijo, entrecortado, con los ojos más achinados por el agua que nunca, suave como una caricia: -Yo bajé porque no quería que se vayan.
Y ahí me terminé de dar cuenta que sólo estamos vivos cuando vivimos en los demás.
Jalalla! (salud)
Nadie entiende que lo has dado todo
debes dar más, debes dar más
eres cuanto te necesitan
no cuánto eres
debes dar más, debes dar más.
Dirán que andas por un
camino equivocado
si andas por tu camino,
hallarás la distancia
que te separa de ellos
uniéndote a ellos.
Un amigo, una flor, una estrella,
no son nada
si no pones en ellos, un amigo,
una flor, una estrella
(Antonio Porchia)
PD: el documental “Milagro en Jujuy” del multipremiado director Miguel Pereira, con música de Ricardo Vilca sirve para conocer un poco más este sufrimiento hermano.
(1)Whipala: bandera de las naciones andinas.
Publicado en Diario La Opinion
Jorge "aleman" Azpiroz, musico/escritor
viernes, 23 de abril de 2010
Cuando el objeto suplanta al sujeto
"La sociedad de consumo no consume cosas...consume hombres" (Emir Silva, poeta argentino)
El mercado de consumo trabaja con la paciencia supina de la araña, y sin darnos cuenta, vivimos cada día más enredados en esa telaraña que este mercado narcotizante y sodomizador nos obliga a “necesitar” para vivir.
Esta mayor dependencia agitada por la velocidad de los medios de comunicación, nos invade por todos lados, bombardeándonos con productos sin los cuales nos quieren hacen creer que nuestra vida sería similar a la de un paramecio.
Y de a poco, sin sentirlo, nos vamos acostumbrando a convivir con millones de artefactos, objetos y accesorios que nos “venden” como fundamentales , nos vamos subordinando a este ejército de obediencias debidas y nos vamos masificando hasta convertirnos en una sola persona que come, trabaja, duerme, y hasta copula de la misma y uniforme manera, como nos dicta el “dios” oligopólico de los mercados.
Otro ladrillo en la pared...
El insostenible exceso de consumo compulsivo, es indudablemente la principal causa de destrucción masiva del mundo, provocando contaminación del medio ambiente con la inmensa cantidad de envases, pilas, residuos y plásticos desechados, inventando adicciones y saturando los recursos en forma alarmante. Sin contar los efectos que ya ha estudiado la medicina que produce en la cotidiana vida del hombre. Este consumismo compulsivo, esta devoción por las cosas prescindibles es una forma de baja autoestima... ¿vio que cuando más mal estamos más necesidad de consumir tenemos?... Como si comprar algo nos calmara. Según estos estudios, ese tipo de materialismo salvaje es producido por cierto vacío interior que nos lleva a tapar la angustia comprando aún lo que sabemos que no integra nuestras necesidades básicas ni nuestro alimento espiritual. Y en lugar de ser lo que somos, somos lo que tenemos, o sea, “nada”, convirtiéndonos solo en una parte más del engranaje inhumano de la modernidad.
Leí el otro día: el “compro luego existo” ha suplido el “pienso luego existo”. El enamoramiento por las modas no es más que otra pensada droga que nos inoculan los dueños de esta carrera hacia lo material. En la que todos, pero todos en mayor o menor medida somos parte -a sabiendas o no- que no hay llegada ni recompensa alguna, sólo la insatisfacción constante que provocan ex profeso, para que vivamos pendientes de necesidades que ni son básicas ni imprescindibles. Esta compulsión al derroche, a la acumulación , a la apropiación y a lo superfluo nos lleva vacios al final del juego.
Tanto consumir cosas que no precisamos cuando hay millones que no tienen ni para vivir se convierte entonces, en la gran trampa de las sociedades hiperconsumistas.
La risa, remedio infalible...
Y entonces nos damos cuenta un día de ¿Por qué tenemos 25 juegos de platos que jamás usaremos?, ¿Por qué hicimos cursos de hasta cómo peinar el gato? ¿los tomos de cómo ser rico en una semana que todavía estamos pagando? ¿esa almohada ergométrica que nos salió más cara que un asado para 45 personas?, esas costosas clases de jenga, esas fundas térmicas para los asientos del auto que nunca usaremos, esas decoraciones que compramos y jamás pondríamos, ese licor intomable que yace en el fondo del armario y que venció en el año 64 con la leyenda “recuerdo de..:”, los hamster que se cansaron de dar vueltas en la rueda y se terminaron muriendo de gentefobia, ni hablar de los «Tamagotchi», ni de las pavas que chiflan tango solas, televisores hasta en el baño, guantes con calefacción, esa lenceria erótica taiwanesa que ahora duerme en el fondo del cajón al lado de los pañuelos bordados por la abuela, las chalinas, el deshabillé y los soquetes de lana con el logo de Mambrú!!
Ni qué hablar del pastillerío!!! cajones y más cajones repletos de grageas para dormir, para despertarse, para orinar, para la memoria, para no recordar tanto, para adelgazar y muchas más para que nuestra mujer se ría un poco menos de nuestra performance.
Y sí… somos esclavos de esta catarata infernal de “llame ya” para ser felices, que nos pasamos la vida endeudados en cuotas para vivir en minicuotas.
Y a pesar de mi pluma exagerada- ¿no es verdad que todos hemos sido víctimas de esta moderna sumisión de creer que debemos vivir de acuerdo a como nos obligan estos paladines de lo políticamente correcto?. ¿Acaso estos imperios no necesitan convencernos que sólo consumiendo taparemos la angustia de saber que tenemos fecha de vencimiento? Lo más desechable de una sociedad de consumo es la gente que la consume, los producción siempre va a persistir mientras exista un hombre a quien hacerle creer hasta las bondades de una manzana, aún cuando el vendedor tenga forma de serpiente.
Estamos condenados a gastar, a usar, a deglutir este “maná” moderno, estamos –como decía Pink Floyd- en la pared, como otros ladrillos huecos más.
Advierto que no estoy en contra del consumo racional y responsable, que como todo progreso bien usado, es creador de empleos, confort, disfrute y otras yerbas. Aclaro esto porque nunca falta el que lee sólo lo que su culpa le dicta y me puede tratar de ingenuo y boludoide, cosa que asumo, pero. .. una cosa es hablar de mejorar la calidad de vida y otra de ser partícipes de su destrucción, ¿no?
Una, una pila de vida...
Pero como es inevitable esta decadencia humana, por lo menos si nos damos cuenta nos divertimos un poco. La suegra de un amigo mío –ávida consumista- tiene 3 perros de yeso en el jardín al lado de los gnomos pintados con acrílico, una cama de agua bendita, una bicicleta fija en cada pieza (dos con marcha atrás), medio centenar de libros de autoayuda, crema facial hecha con lodo de cuero del zorro, un antifaz para dormir y otro para cuando esta con el amante, una enagua con la cara de Sergio Denis y por si fuera poco un jardinero al que le enseñó frases en inglés para no olvidar jamás sus ardientes viajes a Jamaica y sus ardientes nativos!!!
Créditos
Yo me di cuenta que había caído en la trampa un día que me encontré luchando con un cepillo eléctrico que no funcionaba y que resultó ser algo parecido que quitó fuera de sí mi hermana de mis manos. Y hoy día vivo pidiendo créditos para pagar otros créditos. Mientras desayuno comida macrobiótica con speed, escucho en mis I phones los geniales rimas de Arjona, envestido en mis nuevas calzas flúo, llamo con mi bluetooth manos libres a mi mecánico mental, prendo el LCD 92" para ver “consumiendo por un sueño” llamo luego al delivery para que me traiga un felfort sin calorías, luego ato el dogo importado al lado de la cerca con alarma de 12.000 voltios, dejo prendido el riego por aspersión, cierro el motor de la piscina de agua corriente, cargo mi cuarta notebook última generación, me pongo el entretejido y mientras cuelgo mis “lentes” tridimensionales en el cuello de mi camisa de seda italiana, enfilo despacio a mi descapotable serie única, no sin antes pasar por mi dormitorio en donde mi mujer sigue practicando un nuevo tipo de gimnasia con nuestro exclusivo personal trainer!!!
Últimas imágenes del naufragio
“Una sociedad capitalista requiere una cultura basada en imágenes. Necesita suministrar muchísimo entretenimiento con el objeto de estimular la compra y anestesiar los dolores asociados a la clase, la raza y el sexo.”
Susan Sontag (E.E.U.U., 1933-2004)
En fin, no pontifiquemos después en diarios, programas y revistas sobre lo malo del “consumo extremo” cuando todo, pero todo guía a nuestros hijos a esta cultura dependiente, en donde para ser «feliz» tenés que tener y poseer.
Leía que los 20 países más ricos del mundo han consumido en este siglo más materia prima y recursos energéticos no renovables, que toda la humanidad a lo largo de su historia y prehistoria.
La marginalidad, la discriminación y la inseguridad son frutos pútridos de esta siembra feroz.
Las grandes enfermedades de estos últimos centenios como la obesidad, la narcodependencia, el workholismo, y decenas de otras tantas patologías, son producidas por el estrabismo creciente con el que el mundo nos obliga a mirar el futuro cada vez más extraviado.
El mercado de consumo trabaja con la paciencia supina de la araña, y sin darnos cuenta, vivimos cada día más enredados en esa telaraña que este mercado narcotizante y sodomizador nos obliga a “necesitar” para vivir.
Esta mayor dependencia agitada por la velocidad de los medios de comunicación, nos invade por todos lados, bombardeándonos con productos sin los cuales nos quieren hacen creer que nuestra vida sería similar a la de un paramecio.
Y de a poco, sin sentirlo, nos vamos acostumbrando a convivir con millones de artefactos, objetos y accesorios que nos “venden” como fundamentales , nos vamos subordinando a este ejército de obediencias debidas y nos vamos masificando hasta convertirnos en una sola persona que come, trabaja, duerme, y hasta copula de la misma y uniforme manera, como nos dicta el “dios” oligopólico de los mercados.
Otro ladrillo en la pared...
El insostenible exceso de consumo compulsivo, es indudablemente la principal causa de destrucción masiva del mundo, provocando contaminación del medio ambiente con la inmensa cantidad de envases, pilas, residuos y plásticos desechados, inventando adicciones y saturando los recursos en forma alarmante. Sin contar los efectos que ya ha estudiado la medicina que produce en la cotidiana vida del hombre. Este consumismo compulsivo, esta devoción por las cosas prescindibles es una forma de baja autoestima... ¿vio que cuando más mal estamos más necesidad de consumir tenemos?... Como si comprar algo nos calmara. Según estos estudios, ese tipo de materialismo salvaje es producido por cierto vacío interior que nos lleva a tapar la angustia comprando aún lo que sabemos que no integra nuestras necesidades básicas ni nuestro alimento espiritual. Y en lugar de ser lo que somos, somos lo que tenemos, o sea, “nada”, convirtiéndonos solo en una parte más del engranaje inhumano de la modernidad.
Leí el otro día: el “compro luego existo” ha suplido el “pienso luego existo”. El enamoramiento por las modas no es más que otra pensada droga que nos inoculan los dueños de esta carrera hacia lo material. En la que todos, pero todos en mayor o menor medida somos parte -a sabiendas o no- que no hay llegada ni recompensa alguna, sólo la insatisfacción constante que provocan ex profeso, para que vivamos pendientes de necesidades que ni son básicas ni imprescindibles. Esta compulsión al derroche, a la acumulación , a la apropiación y a lo superfluo nos lleva vacios al final del juego.
Tanto consumir cosas que no precisamos cuando hay millones que no tienen ni para vivir se convierte entonces, en la gran trampa de las sociedades hiperconsumistas.
La risa, remedio infalible...
Y entonces nos damos cuenta un día de ¿Por qué tenemos 25 juegos de platos que jamás usaremos?, ¿Por qué hicimos cursos de hasta cómo peinar el gato? ¿los tomos de cómo ser rico en una semana que todavía estamos pagando? ¿esa almohada ergométrica que nos salió más cara que un asado para 45 personas?, esas costosas clases de jenga, esas fundas térmicas para los asientos del auto que nunca usaremos, esas decoraciones que compramos y jamás pondríamos, ese licor intomable que yace en el fondo del armario y que venció en el año 64 con la leyenda “recuerdo de..:”, los hamster que se cansaron de dar vueltas en la rueda y se terminaron muriendo de gentefobia, ni hablar de los «Tamagotchi», ni de las pavas que chiflan tango solas, televisores hasta en el baño, guantes con calefacción, esa lenceria erótica taiwanesa que ahora duerme en el fondo del cajón al lado de los pañuelos bordados por la abuela, las chalinas, el deshabillé y los soquetes de lana con el logo de Mambrú!!
Ni qué hablar del pastillerío!!! cajones y más cajones repletos de grageas para dormir, para despertarse, para orinar, para la memoria, para no recordar tanto, para adelgazar y muchas más para que nuestra mujer se ría un poco menos de nuestra performance.
Y sí… somos esclavos de esta catarata infernal de “llame ya” para ser felices, que nos pasamos la vida endeudados en cuotas para vivir en minicuotas.
Y a pesar de mi pluma exagerada- ¿no es verdad que todos hemos sido víctimas de esta moderna sumisión de creer que debemos vivir de acuerdo a como nos obligan estos paladines de lo políticamente correcto?. ¿Acaso estos imperios no necesitan convencernos que sólo consumiendo taparemos la angustia de saber que tenemos fecha de vencimiento? Lo más desechable de una sociedad de consumo es la gente que la consume, los producción siempre va a persistir mientras exista un hombre a quien hacerle creer hasta las bondades de una manzana, aún cuando el vendedor tenga forma de serpiente.
Estamos condenados a gastar, a usar, a deglutir este “maná” moderno, estamos –como decía Pink Floyd- en la pared, como otros ladrillos huecos más.
Advierto que no estoy en contra del consumo racional y responsable, que como todo progreso bien usado, es creador de empleos, confort, disfrute y otras yerbas. Aclaro esto porque nunca falta el que lee sólo lo que su culpa le dicta y me puede tratar de ingenuo y boludoide, cosa que asumo, pero. .. una cosa es hablar de mejorar la calidad de vida y otra de ser partícipes de su destrucción, ¿no?
Una, una pila de vida...
Pero como es inevitable esta decadencia humana, por lo menos si nos damos cuenta nos divertimos un poco. La suegra de un amigo mío –ávida consumista- tiene 3 perros de yeso en el jardín al lado de los gnomos pintados con acrílico, una cama de agua bendita, una bicicleta fija en cada pieza (dos con marcha atrás), medio centenar de libros de autoayuda, crema facial hecha con lodo de cuero del zorro, un antifaz para dormir y otro para cuando esta con el amante, una enagua con la cara de Sergio Denis y por si fuera poco un jardinero al que le enseñó frases en inglés para no olvidar jamás sus ardientes viajes a Jamaica y sus ardientes nativos!!!
Créditos
Yo me di cuenta que había caído en la trampa un día que me encontré luchando con un cepillo eléctrico que no funcionaba y que resultó ser algo parecido que quitó fuera de sí mi hermana de mis manos. Y hoy día vivo pidiendo créditos para pagar otros créditos. Mientras desayuno comida macrobiótica con speed, escucho en mis I phones los geniales rimas de Arjona, envestido en mis nuevas calzas flúo, llamo con mi bluetooth manos libres a mi mecánico mental, prendo el LCD 92" para ver “consumiendo por un sueño” llamo luego al delivery para que me traiga un felfort sin calorías, luego ato el dogo importado al lado de la cerca con alarma de 12.000 voltios, dejo prendido el riego por aspersión, cierro el motor de la piscina de agua corriente, cargo mi cuarta notebook última generación, me pongo el entretejido y mientras cuelgo mis “lentes” tridimensionales en el cuello de mi camisa de seda italiana, enfilo despacio a mi descapotable serie única, no sin antes pasar por mi dormitorio en donde mi mujer sigue practicando un nuevo tipo de gimnasia con nuestro exclusivo personal trainer!!!
Últimas imágenes del naufragio
“Una sociedad capitalista requiere una cultura basada en imágenes. Necesita suministrar muchísimo entretenimiento con el objeto de estimular la compra y anestesiar los dolores asociados a la clase, la raza y el sexo.”
Susan Sontag (E.E.U.U., 1933-2004)
En fin, no pontifiquemos después en diarios, programas y revistas sobre lo malo del “consumo extremo” cuando todo, pero todo guía a nuestros hijos a esta cultura dependiente, en donde para ser «feliz» tenés que tener y poseer.
Leía que los 20 países más ricos del mundo han consumido en este siglo más materia prima y recursos energéticos no renovables, que toda la humanidad a lo largo de su historia y prehistoria.
La marginalidad, la discriminación y la inseguridad son frutos pútridos de esta siembra feroz.
Las grandes enfermedades de estos últimos centenios como la obesidad, la narcodependencia, el workholismo, y decenas de otras tantas patologías, son producidas por el estrabismo creciente con el que el mundo nos obliga a mirar el futuro cada vez más extraviado.
jueves, 11 de marzo de 2010
EL HOMBRE QUE REPARTE LAS EMOCIONES
Músicos hay muchos, Artistas... Pocos
Deberíamos homenajear seguido a estos «geniales elegidos» antes que nos demos cuenta cuanto hemos perdido el perderlos. Chico Novarro no solo hizo música y poesía...Chico hizo cultura y en su obra nos reflejamos como somos.
Cuando una canción, trasciende su propio pentagrama, cuando escapa al desatino de la moda, se transforma en «cultura» y ya es parte de la memoria colectiva de un pueblo. Las bocas cuando se convierten en besos ya se convierten en otra cosa, en amor tal vez. Eso mismo pasa con quienes viven dentro del sentimiento popular. Cuando pasa esto debiéramos tomarnos un tiempo para reconocer a ésta gente que nació para ser parte de toda la gente.
Por eso, para cerrar un poco la nota anterior sobre el «bolero», nadie mejorque Chico Novarro, un multi-instrumentista y compositor impresionante que aunque conocido, -como pasa seguido- es más respetado y llevado a su justo sitial muycho más fuera que dentro del país.
el camaleón, mama
En su versatilidad y talento creció como músico de jazz tocando con los más grandes, hasta que bien joven aún, fue advertido por un productor profético y entonces cuando todos hacían «covers» en inglés y repetían fórmulas de afuera, empezó a componer decenas de canciones, algunas simples, populares, pegadizas que aún hoy recordamos como: «El camaleón», «El Orangután» y el «Sombrero de paja» entre otras. Sin olvidar sus colaboraciones en temas como «Despeinada» con Palito y «Que suerte» con Violeta Rivas.
Pero es tan expansiva su creatividad que no solo se conformó con ser una de las estrellas del famoso «Club del clan» sino que sus composiciones empezaron a recorrer diferentes estilos, todos, pero todos supieron de su impronta, tanto es así que varios de sus tangos o boleros quedarán por los siglos de los siglos en el silbido subyugado de algún transeúnte, o en un bar de voces que no olvidan, o en la historia misma del abrazo que para que sea más abrazo aún siempre precisa de la emotiva confesión de algún bolero.
El disfruta en todos esos lados, escribiendo, tocando, con su forma inequívoca de contagiar en los demás su fervor popular, sus ganas de convertir en una pequeña cofradía esa identidad que, de tanto verla, no nos detenemos a quererla más, a contenerla más, a apreciarla como lo que realmente somos...
Y ser, al menos una vez, nosotros,
sin ese tinte de un color de otros.
Recuperar la identidad,
plantarnos en los pies
crecer hasta lograr la madurez.
Y ser, al menos una vez, nosotros,
tan nosotros, bien nosotros,
como debe ser...
Esto lo escribió junto a Eladia Blasquez «Convercernos» se llama. También recordaremos a «Cordón» y «Un sábado más» que define en dos pinceladas tangueras la porteña soledad.
Usted me cuenta que nosotros dos
Volviendo a los boleros, «esa melodía de los cuerpos», como no sentir sana envidia y pura admiración ante una creación como «Cuenta conmigo»..no?.. brillante, concisa, enorme en su profundísima simpleza.
Este bolero fue la canción ganadora del festival OTI de aquellos años. Nunca más merecido este premio.
«y si resulta que no resulta mi sistema de quererte, cuenta conmigo nada más que para verte, y si tuvieras que dejarme no te ocupes... yo me podría acomodar sin molestarte, en un rincón donde pudieras acordarte, que cuando el tiempo haya pasado y tengas ganas...en esas ganas, me encontraras.. cuenta conmigo...»
Es imposible que quede en el olvido tanta belleza condensada en breves minutos que durarán como decía, seguramente en muchas vidas, toda la vida.
que el corazón ya te lo he dado..
De los otros boleros que escribo aquí, en esta nota me van a faltar adjetivos y loas para calificarlos, asi que disculpenme...no es fanatismo sino reconocimiento. Y sería bueno como suelo repetir, que ahora que todavía es un fenómeno arriba y bajo la escena, empecemos a agradecerle y darle esos mimos, ya sean premios u homenajes, porque estoy enfermándome de esa argentinidad fulera de ningunear lo que somos y no darle la justa medida a esos artistas que -aplaudidos y cantados por el mundo- aquí se vuelven un poco grises por esa manía gris de no tener memoria para las cosas que nos ayudaron a tener memoria y ganas de vivir.
«Perdón hermano mío si te digo
que ganas de escribirte no he tenido,
no sé si es el encierro,
no sé si es la comida
o el tiempo que ya llevo en esta vida».
(Carta de un león a otro) que versionó notablemente Juan C. Baglietto
Y nobleza obliga, a falta de espacio no quiero dejar de resaltar a muchos de esos cantantes que llevaron la música de Chico Novarro a otros maravillosos lugares como Roberto Yanes, Silvana Di Lorenzo, Daniel Riolobos, Andrea Tenuta y hasta Vicentico y Andrés Calamaro que lo interpretan con original enjundia.
“Usted me dice que nosotros dos fuimos amantes, / que hubo alguna vez entre los dos...algo importante”
“Amnesia”, compuesta junto a Dino Ramos. Se hizo popular por el cantante mexicano José Jose y recomiendo la versión del queridísimo y talentoso uruguayo Daniel Maza, que es un especialista en dejar que un bolero vuele inmanente sobre la emoción de quien lo escucha.
Y concuerdo con Sasturain, que Chico Novarro no tiene nada que envidiar a ningún creador de otros lares, por el contrario, sus boleros deben ser de lo mejor que se ha compuesto en ése género musical... Por eso gracias Chico por esas inmensas canciones que viven sonando dentro mio, con tanta asiduidad, que voy a terminar creyendo que son mias.
Deberíamos homenajear seguido a estos «geniales elegidos» antes que nos demos cuenta cuanto hemos perdido el perderlos. Chico Novarro no solo hizo música y poesía...Chico hizo cultura y en su obra nos reflejamos como somos.
Cuando una canción, trasciende su propio pentagrama, cuando escapa al desatino de la moda, se transforma en «cultura» y ya es parte de la memoria colectiva de un pueblo. Las bocas cuando se convierten en besos ya se convierten en otra cosa, en amor tal vez. Eso mismo pasa con quienes viven dentro del sentimiento popular. Cuando pasa esto debiéramos tomarnos un tiempo para reconocer a ésta gente que nació para ser parte de toda la gente.
Por eso, para cerrar un poco la nota anterior sobre el «bolero», nadie mejorque Chico Novarro, un multi-instrumentista y compositor impresionante que aunque conocido, -como pasa seguido- es más respetado y llevado a su justo sitial muycho más fuera que dentro del país.
el camaleón, mama
En su versatilidad y talento creció como músico de jazz tocando con los más grandes, hasta que bien joven aún, fue advertido por un productor profético y entonces cuando todos hacían «covers» en inglés y repetían fórmulas de afuera, empezó a componer decenas de canciones, algunas simples, populares, pegadizas que aún hoy recordamos como: «El camaleón», «El Orangután» y el «Sombrero de paja» entre otras. Sin olvidar sus colaboraciones en temas como «Despeinada» con Palito y «Que suerte» con Violeta Rivas.
Pero es tan expansiva su creatividad que no solo se conformó con ser una de las estrellas del famoso «Club del clan» sino que sus composiciones empezaron a recorrer diferentes estilos, todos, pero todos supieron de su impronta, tanto es así que varios de sus tangos o boleros quedarán por los siglos de los siglos en el silbido subyugado de algún transeúnte, o en un bar de voces que no olvidan, o en la historia misma del abrazo que para que sea más abrazo aún siempre precisa de la emotiva confesión de algún bolero.
El disfruta en todos esos lados, escribiendo, tocando, con su forma inequívoca de contagiar en los demás su fervor popular, sus ganas de convertir en una pequeña cofradía esa identidad que, de tanto verla, no nos detenemos a quererla más, a contenerla más, a apreciarla como lo que realmente somos...
Y ser, al menos una vez, nosotros,
sin ese tinte de un color de otros.
Recuperar la identidad,
plantarnos en los pies
crecer hasta lograr la madurez.
Y ser, al menos una vez, nosotros,
tan nosotros, bien nosotros,
como debe ser...
Esto lo escribió junto a Eladia Blasquez «Convercernos» se llama. También recordaremos a «Cordón» y «Un sábado más» que define en dos pinceladas tangueras la porteña soledad.
Usted me cuenta que nosotros dos
Volviendo a los boleros, «esa melodía de los cuerpos», como no sentir sana envidia y pura admiración ante una creación como «Cuenta conmigo»..no?.. brillante, concisa, enorme en su profundísima simpleza.
Este bolero fue la canción ganadora del festival OTI de aquellos años. Nunca más merecido este premio.
«y si resulta que no resulta mi sistema de quererte, cuenta conmigo nada más que para verte, y si tuvieras que dejarme no te ocupes... yo me podría acomodar sin molestarte, en un rincón donde pudieras acordarte, que cuando el tiempo haya pasado y tengas ganas...en esas ganas, me encontraras.. cuenta conmigo...»
Es imposible que quede en el olvido tanta belleza condensada en breves minutos que durarán como decía, seguramente en muchas vidas, toda la vida.
que el corazón ya te lo he dado..
De los otros boleros que escribo aquí, en esta nota me van a faltar adjetivos y loas para calificarlos, asi que disculpenme...no es fanatismo sino reconocimiento. Y sería bueno como suelo repetir, que ahora que todavía es un fenómeno arriba y bajo la escena, empecemos a agradecerle y darle esos mimos, ya sean premios u homenajes, porque estoy enfermándome de esa argentinidad fulera de ningunear lo que somos y no darle la justa medida a esos artistas que -aplaudidos y cantados por el mundo- aquí se vuelven un poco grises por esa manía gris de no tener memoria para las cosas que nos ayudaron a tener memoria y ganas de vivir.
«Perdón hermano mío si te digo
que ganas de escribirte no he tenido,
no sé si es el encierro,
no sé si es la comida
o el tiempo que ya llevo en esta vida».
(Carta de un león a otro) que versionó notablemente Juan C. Baglietto
Y nobleza obliga, a falta de espacio no quiero dejar de resaltar a muchos de esos cantantes que llevaron la música de Chico Novarro a otros maravillosos lugares como Roberto Yanes, Silvana Di Lorenzo, Daniel Riolobos, Andrea Tenuta y hasta Vicentico y Andrés Calamaro que lo interpretan con original enjundia.
“Usted me dice que nosotros dos fuimos amantes, / que hubo alguna vez entre los dos...algo importante”
“Amnesia”, compuesta junto a Dino Ramos. Se hizo popular por el cantante mexicano José Jose y recomiendo la versión del queridísimo y talentoso uruguayo Daniel Maza, que es un especialista en dejar que un bolero vuele inmanente sobre la emoción de quien lo escucha.
Y concuerdo con Sasturain, que Chico Novarro no tiene nada que envidiar a ningún creador de otros lares, por el contrario, sus boleros deben ser de lo mejor que se ha compuesto en ése género musical... Por eso gracias Chico por esas inmensas canciones que viven sonando dentro mio, con tanta asiduidad, que voy a terminar creyendo que son mias.
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Jorge.,
La Opinion
miércoles, 17 de febrero de 2010
La intensa melodía de los cuerpos
El romance fecundó su propia música, y ésta vive inmortal en...
La intensa melodía de los cuerpos
En la nota anterior traté sobre la seducción y la conquista. Aunque tuvo su auge en otras generaciones, el «bolero» seguramente seguirá marcando a quienes, más alla de edades, descubren en él, un estilo nacido al compás de los latidos del corazón.
Cuentan que nació de una mezcla sublime, ardiente, entre las danzas gitanas de España y los candentes rítmos caribeños, sobre todo de esa Cuba pasional que sedujo a todo un continente con la caricia percusiva de los cueros de sus tambores, enamorándose entre los arpegios y la sutil exhalación de las guitarras.
En su cadencia crece su eterna popularidad y en su convicción simple y natural, el amor, la seducción y el sexo brotan como notas que se escriben en la piel misma de la cultura latinoamericana.
Abrazame así...
Dicen que se llamó “tristezas” de José «pepe» Sánchez (musico cubano 1886) el primer bolero conocido, de ahí hasta hoy día esta música de serenatas y cantinas, de enamorados y desconsuelos se abrió en otras expresiones como el Bolero ritmico, Bolero Cha cha cha, Bolero Mambo, o incluso en la Bachata dominicana, el Bolero Ranchero (mezcla bolero y mariachí mexicano ) y el Bolero Moruno (bolero con mezclas gitanas e hispánicas).
En su epoca de mayor esplendor, el bolero se expandió por toda América e incluso recorrió el mundo a traves de películas americanas que cayeron seducidas por su armónica pasión. Y entonces surgieron decenas de compositores y cantantes que hicieron temblar el corazón de las damas y mantener encendida la llama tenaz y perpetua de los caballeros. Entre ellos podríamos citar a Agustin Lara con «Solamente un vez», «noche de rondas», «Mujer» y tantas otras… Rafael Hernández y «Enamorado de ti» o «Tu no comprendes» , soberbio autor que incluso se dio tiempo para otros ritmos que ya son clásicos como «Capullito de Alelí», el super versionado «Cumbanchero» y «Cachita» que en estos años recuperó Ricardo Montaner.
El grandísimo Ernesto Lecuona con su «Noche azul» o «Siboney», maravillosos exponente de la musicalidad de una cuba pequeña pero inmensa en su cultura viva entre las calles vivas.
O MiguelMatamoros al que aun hoy todos seguimos admirando con sus «lagrimas negras»... “aunque tu, me haz echado en el abandono...»
Maria Grever y su inolvidable « Jurame” un himno que durara por los siglos de los siglos “jurame que aunque pase mucho tiempo, no olvidaras el momento en que yo te conocí..» conciso y genial, no?
Y más acá el prolífico y singular Armando Manzanero, un músico completísimo que sabía que sentía la gente y como devolverle en forma de canción esos sentimientos tan humanos. «Somos novios», o “esta tarde vi llover, vi gente correr... y no estabas tu”.
Increíble no?, seguro usted ...señora, señor, joven perspicaz estará silbando conmigo acompañando con la palma o los nudillos sobre la mesa llevando la cadencia del bolero inmortal y recordando…y más, muchos más como Portillo de la Luz y “Contigo a la distancia” el mexicano Gabriel Ruiz y esa frase condenatoria: “usted es la culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos..»
Consuelo Velazquez y «Besame mucho», Roberto Cantoral y “Reloj», «reloj, no marqués las horas” y Oswaldo Fares con “toda una vida, pasaría a tu lado” o “Quizas, quizas, quizas” ..¿quién no las entonó alguna vez?...
Pasarán mas de mil años...
Y son tantos pero tantos..México fue un país que le dio decenas de maestros como Gonzalo Curiel y su «Vereda Tropical», Alberto Domínguez ( Frenesí y Perfidia – «mujer si puedes tu con Dios hablar...», Mario y Benito de Jesús «Nuestro Juramento», Alvaro Carrillo «Sabor a Mi» y «Se te olvida» que Luis Miguel cantó con brillo en su homenaje al bolero y sus autores,los cubanos Orlando de La Rosa «No vale la Pena» y «Vieja Luna» y Gonzálo Roig y el recordado «Quiéreme mucho», el portorriqueño Bobby Capó «Piel canela» (me importas tú y tú y tú y nadie mas que tú..), y los venezolanos Aldemaro Romero «Me queda el consuelo», María Luisa Escobar «Desesperanza», , Chelique Sarabia «Cuando no sé de ti», José Reyna y su «Noche de Mar», Jhony Quiroz «Tú Sabes» y René Rojas «Evocación» entre tantos otros menos conocidos que dedicaron noches de luna, y pentagrama, de ron y desamor, del beso perdido o encontrado para compartir finalmente con todos los que amamos la buena musica esta consagración del abrazo y el romanticismo llamado bolero… simple y para siempre… bolero.
Nosotros, que nos queremos tanto
Un genero brillante, creo que fue tan importante este movimiento cultural que en otra entrega hablaré de los intérpretes famosos y de los argentinos que llevaron a este ritmo a niveles celestiales como Chico Novarro o Mario Clavel... Porque..¿a quién no le gusta de tanto en tanto entonarle unos versos abolerados a su amada?...
Dejo bien claro que mi admiración por este estilo es profunda y para esto no se precisa edad, ni experiecia solo escuchar atentos lo que el sentimiento nos compone desde adentro, desde el fondo del alma. Mis amigos conocen y sufren algunas de mis creaciones como “Ya es hora” “Hoy desperté” o “Aunque te parezca extraño”, entre otros boleros que compuse aún a riesgo de quedarme sin amigos, je.
«Ya es hora de que los dos
nos regalemos un instante.
y decidir si nuestro amor sigue adelante.
o si es mejor no despertar
nuevas auroras....si el cielo llora»
Sufrido no?..ja…el bolero chorrea sincericidio y profunda humanidad, porque nos descubre a todos iguales, inermes, desnudos, perplejos ante el asombro que nos produce el cuerpo que habla por si mismo, el desconcierto que todos alguna vez sentimos al vernos enamorados, de no poder dormir, ni comer, de esas ganas locas de pensar solamente en esa boca., a todos nos pasó. Entonces sabemos que nos volvemos un poco más idiotas de lo habitual, porque esa es la función del amor, sabernos frágiles, expuestos ante tanta vida que aunque tratemos de ocultar, se dispara hasta por los poros para pegar un grito salvaje y pasional, si es acompañado de una guitarra y de bongos mejor, sino nos queda el banco de la plaza, la voz grave, seductora y el verso incandescente de un bolero para que ella comprenda que el otro lado de la luna siempre se ve mejor acompañado por el abrazo incíclico e insurrecto de la melodía de los cuerpos que siempre se buscaran eternos, en su eterna indefensión.
La intensa melodía de los cuerpos
En la nota anterior traté sobre la seducción y la conquista. Aunque tuvo su auge en otras generaciones, el «bolero» seguramente seguirá marcando a quienes, más alla de edades, descubren en él, un estilo nacido al compás de los latidos del corazón.
Cuentan que nació de una mezcla sublime, ardiente, entre las danzas gitanas de España y los candentes rítmos caribeños, sobre todo de esa Cuba pasional que sedujo a todo un continente con la caricia percusiva de los cueros de sus tambores, enamorándose entre los arpegios y la sutil exhalación de las guitarras.
En su cadencia crece su eterna popularidad y en su convicción simple y natural, el amor, la seducción y el sexo brotan como notas que se escriben en la piel misma de la cultura latinoamericana.
Abrazame así...
Dicen que se llamó “tristezas” de José «pepe» Sánchez (musico cubano 1886) el primer bolero conocido, de ahí hasta hoy día esta música de serenatas y cantinas, de enamorados y desconsuelos se abrió en otras expresiones como el Bolero ritmico, Bolero Cha cha cha, Bolero Mambo, o incluso en la Bachata dominicana, el Bolero Ranchero (mezcla bolero y mariachí mexicano ) y el Bolero Moruno (bolero con mezclas gitanas e hispánicas).
En su epoca de mayor esplendor, el bolero se expandió por toda América e incluso recorrió el mundo a traves de películas americanas que cayeron seducidas por su armónica pasión. Y entonces surgieron decenas de compositores y cantantes que hicieron temblar el corazón de las damas y mantener encendida la llama tenaz y perpetua de los caballeros. Entre ellos podríamos citar a Agustin Lara con «Solamente un vez», «noche de rondas», «Mujer» y tantas otras… Rafael Hernández y «Enamorado de ti» o «Tu no comprendes» , soberbio autor que incluso se dio tiempo para otros ritmos que ya son clásicos como «Capullito de Alelí», el super versionado «Cumbanchero» y «Cachita» que en estos años recuperó Ricardo Montaner.
El grandísimo Ernesto Lecuona con su «Noche azul» o «Siboney», maravillosos exponente de la musicalidad de una cuba pequeña pero inmensa en su cultura viva entre las calles vivas.
O MiguelMatamoros al que aun hoy todos seguimos admirando con sus «lagrimas negras»... “aunque tu, me haz echado en el abandono...»
Maria Grever y su inolvidable « Jurame” un himno que durara por los siglos de los siglos “jurame que aunque pase mucho tiempo, no olvidaras el momento en que yo te conocí..» conciso y genial, no?
Y más acá el prolífico y singular Armando Manzanero, un músico completísimo que sabía que sentía la gente y como devolverle en forma de canción esos sentimientos tan humanos. «Somos novios», o “esta tarde vi llover, vi gente correr... y no estabas tu”.
Increíble no?, seguro usted ...señora, señor, joven perspicaz estará silbando conmigo acompañando con la palma o los nudillos sobre la mesa llevando la cadencia del bolero inmortal y recordando…y más, muchos más como Portillo de la Luz y “Contigo a la distancia” el mexicano Gabriel Ruiz y esa frase condenatoria: “usted es la culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos..»
Consuelo Velazquez y «Besame mucho», Roberto Cantoral y “Reloj», «reloj, no marqués las horas” y Oswaldo Fares con “toda una vida, pasaría a tu lado” o “Quizas, quizas, quizas” ..¿quién no las entonó alguna vez?...
Pasarán mas de mil años...
Y son tantos pero tantos..México fue un país que le dio decenas de maestros como Gonzalo Curiel y su «Vereda Tropical», Alberto Domínguez ( Frenesí y Perfidia – «mujer si puedes tu con Dios hablar...», Mario y Benito de Jesús «Nuestro Juramento», Alvaro Carrillo «Sabor a Mi» y «Se te olvida» que Luis Miguel cantó con brillo en su homenaje al bolero y sus autores,los cubanos Orlando de La Rosa «No vale la Pena» y «Vieja Luna» y Gonzálo Roig y el recordado «Quiéreme mucho», el portorriqueño Bobby Capó «Piel canela» (me importas tú y tú y tú y nadie mas que tú..), y los venezolanos Aldemaro Romero «Me queda el consuelo», María Luisa Escobar «Desesperanza», , Chelique Sarabia «Cuando no sé de ti», José Reyna y su «Noche de Mar», Jhony Quiroz «Tú Sabes» y René Rojas «Evocación» entre tantos otros menos conocidos que dedicaron noches de luna, y pentagrama, de ron y desamor, del beso perdido o encontrado para compartir finalmente con todos los que amamos la buena musica esta consagración del abrazo y el romanticismo llamado bolero… simple y para siempre… bolero.
Nosotros, que nos queremos tanto
Un genero brillante, creo que fue tan importante este movimiento cultural que en otra entrega hablaré de los intérpretes famosos y de los argentinos que llevaron a este ritmo a niveles celestiales como Chico Novarro o Mario Clavel... Porque..¿a quién no le gusta de tanto en tanto entonarle unos versos abolerados a su amada?...
Dejo bien claro que mi admiración por este estilo es profunda y para esto no se precisa edad, ni experiecia solo escuchar atentos lo que el sentimiento nos compone desde adentro, desde el fondo del alma. Mis amigos conocen y sufren algunas de mis creaciones como “Ya es hora” “Hoy desperté” o “Aunque te parezca extraño”, entre otros boleros que compuse aún a riesgo de quedarme sin amigos, je.
«Ya es hora de que los dos
nos regalemos un instante.
y decidir si nuestro amor sigue adelante.
o si es mejor no despertar
nuevas auroras....si el cielo llora»
Sufrido no?..ja…el bolero chorrea sincericidio y profunda humanidad, porque nos descubre a todos iguales, inermes, desnudos, perplejos ante el asombro que nos produce el cuerpo que habla por si mismo, el desconcierto que todos alguna vez sentimos al vernos enamorados, de no poder dormir, ni comer, de esas ganas locas de pensar solamente en esa boca., a todos nos pasó. Entonces sabemos que nos volvemos un poco más idiotas de lo habitual, porque esa es la función del amor, sabernos frágiles, expuestos ante tanta vida que aunque tratemos de ocultar, se dispara hasta por los poros para pegar un grito salvaje y pasional, si es acompañado de una guitarra y de bongos mejor, sino nos queda el banco de la plaza, la voz grave, seductora y el verso incandescente de un bolero para que ella comprenda que el otro lado de la luna siempre se ve mejor acompañado por el abrazo incíclico e insurrecto de la melodía de los cuerpos que siempre se buscaran eternos, en su eterna indefensión.
Los pros y los contras del difícil arte de la seducción
Voy a perder la cabeza por tu amor...
Cuentan los más añejos, que tiempo atrás la conquista de la dama en cuestión requería de cientos de códigos, artimañas, trucos y todo un protocolo, en el cual muchas veces se les iba la paciencia y otras tantas...las ganas!!
Ante mi consulta, un viejito sagaz me contó que él conoció a su mujer en un baile de campo. “Antes no había muchas oportunidades de encontrarse con el sexo opuesto y menos en la vastedad de los campos – en esa época se vivía en ellos y rara vez se venía al pueblo, así que uno se acostumbraba a hablar con las torcazas, departir amablemente con los perros o mirar - insistente- de reojo- el rebaño de ovejas cuando al atardecer se dibujaba su blanca palidez en la acrílica paleta del ocaso” aseveró poéticamente.
“No es bueno que el hombre esté solo”, acotó mirando al piso y acariciando su pulóver de lana hilada.
Pero es cierto… había que esperar que una, dos, tres veces a los sumo durante el año, para que se armara un bailongo en el club o en alguna yerra grande. Y entonces sí, el susodicho se ponía todo lo que tenía, botas, bombacha nueva, rastra con el nombre trabajado con esmerilado esmero, sombrero de ala ancha impecable y un pañuelo con una colonia que le había vendido un sabandija que andaba por los campos engatusando gentes con falsos elixires.
Los diálogos- me cuenta – eran breves, concisos- no es de mucho hablar el hombre de campo, asi que sin dejar de tratarla de usted, y antes de conocerla ya le proponía casamiento para después invitarla a bailar la polca o el clásico pasodoble, cosa de ir ganándole tiempo a las ganas que galopaban como un potro salvaje en el pecho.
Por qué no charlamo un ratito, ah?
En los pueblos era algo parecido aunque uno podía adosarle otros recursos...como la serenata, acom-pañado por algún amigo beodo que hacía la segunda mientras tocaba una guitarra destemplada, el amante atacaba una de Magaldi haciendo aullar a todos los perros del barrio, el grupo sonaba como si te apretaran los dientes con una morsa!!
Había que amar mucho al sátrapa que se desgañitaba contando cuánto la quería… pero el amor es misterioso y a veces el pretendiente lograba su cometido y el padre le autorizaba a verla una vez a la semana en el zaguán, siempre y cuando él los pueda ver desde el comedor en donde engullía carne fría o salpicón con ajíes en conserva.
El tiempo fue cambiando y aparecieron los bailes preparados específicamente para el encuentro. Primero ellas iban con la madre y si no le caías bien a la suegra tenías menos probabilidades de ganar que la Nueva Fuerza en el 73!!!
Después, si tenías suerte y el mocasín aguantaba el roce incesante alrededor de la pista, podías lograr conocer los primeros efluvios del amor. Me he encontrado con mucha gente de esa época que aún odia al grupo musical que amenizó la velada, porque le hace acordar el día que conoció a esa persona que hoy se pasa el día gritando por la casa con el batón floreado y la escoba como un rifle a repetición…y viceversa, ella que soñaba con Hugo del Carril o más acá con Claudio Levrino, lo ve hoy fundido en el sofá que compraron en Mueblería Steiner con el vaso en la mano y en ojotas mirando desorbitado todos los partidos que pasan en la teve…!!!
Bésame, bésame mucho!
Hace muchos años escribí sobre los lugares que existían para estar “al fin solos”... zaguanes, patios, cines, baldíos, obras en construcción, autos, alojamientos, ayudaron a que la vida sea un poco más placentera, porque antes, mucho antes los novios eran como Nebbia con La Balsa: ¡ la tocaban una vez cada tres años…!!
Entonces todo fue más fácil y llegaron los boliches, los reservados, los “asaltos”, las tertulias, las fiestas en quintas, los pubs, las clases de chamame-gym, los coros, las reuniones de consorcio, los recitales, y muchas otros espacios en donde achicar el espacio entre el deseo y la consumación.
¿Querés salir conmigo? ¿a qué colegio vas? ¿cómo te llamás?.. eran algunas de las brillantes construc-ciones literarias que se usaban como para romper el hielo…¡con semejante coeficiente no entiendo cómo no estamos aún todos solteros!. Pero también estaba el amigo poeta que le escribía a toda la barra versos seductores para que logren hacer caer a la ninfa en la red de la pasión… el problema era cuando se peleaba con el amigo y entonces el poeta iba derecho a decirle a la naifa que él había sido el autor de esos versos que la hicieron abandonar toda resistencia.
Voy a comerte el corazón a besos
Y así sigue la cosa, hoy ellas manejan el recitado, ellas mandan y eligen, ellos deambulan con el vaso de mezclas fermentadas intentando no perder el único ritmo que suena intermitente como un leñador enardecido sobre el tronco tribal de la modernidad.
En vez de escribir interminables cartas de amor, citando poetas tan melosos como Narosky o buscando alguna amiga de ella para que sirva como reguero de nuestra pólvora insaciable, hoy no…hoy están los mensajes de texto…tres palabras y ya está todo dicho. ¡Ni se te ocurra hoy día ir con una guitarra a hacerle una serenata! No sólo te va a put.. toda la familia, sino que ella te va a tirar con toda la colección de Cds. de Daddy Yanke!!!...y... –¡desgraciado mundo material!- si no tenés algún vehículo vas a tener que tener más labia que Saramago para convencerla de lo lindo que es el mundo a pie…pensar que antes llevaban la china en ancas en la bicicleta rodado 28 que Ciotti o Toniolo te vendían en cómodas cuotas!!!. ¡Cómo nos cambia la vida!...hoy en vez de mirarte a los ojos te mira la marca de la remera!!! ...Estamos perdidos, como no va a ser famoso Ricardo Fort!!!, antes nos pasábamos la noche entera desarrapados, sin importarnos ni la moda ni el tiempo, cantando en la playa bajo un fogón "el Oso" de Moris, compartiendo el tiempo entre todos y tratando de cambiar el mundo!!! Ja…”mira que eran pelotuditos” le dijo una chica a su padre cuando éste le contó que se pasaba todo el día en el bar Ramos leyéndole a las amadas traducciones de Bob Dylan...
"hay que adecuarse a los tiempos o por lo menos comprenderlos"…repite un amigo mío que no se saca las bermudas rayadas, los lentes color salmón y la remera con la cara de Metallica, y eso que recién cumplió 68 añitos!!!
Voy a apagar la luzzzzz....
Por eso la conquista –aunque ha ido perdiendo adherentes- aún lucha por mantenerse y ayudar a la humanidad en su inconsciencia proletaria y animal, porque cuando piensa una parte no piensa la otra (dijo un sabio que no curtía nunca) y porque estamos destinados a buscarnos, locos, pasionales, irracionales y persistentes, aunque hoy día no sepamos bien para qué, pero crecer en el otro hace bien y cuando se puede hay que intentarlo aunque en el derrotero nos vayan cambiando las reglas, los lugares, la música y hasta el sexo con el que nos vamos a ir a dormir – si dios, la patria y la farmacología lo permiten- para disfrutar aunque sea de vez en cuando de la maravillosa sensación de ser uno el protagonista de esa telenovela y lo más importante …¡que alguna vez alguien nos diga que nos quiere …!
PD: De cualquier manera estamos un poco mejor que antes…no olvidemos que los cavernícolas -al no conocer ni la poesía, ni la guitarra ni el rubro 59- sólo les quedaba el tirón de pelos y el garrote para convencer a la dama de sus deseos irrefrenables!!
Cuentan los más añejos, que tiempo atrás la conquista de la dama en cuestión requería de cientos de códigos, artimañas, trucos y todo un protocolo, en el cual muchas veces se les iba la paciencia y otras tantas...las ganas!!
Ante mi consulta, un viejito sagaz me contó que él conoció a su mujer en un baile de campo. “Antes no había muchas oportunidades de encontrarse con el sexo opuesto y menos en la vastedad de los campos – en esa época se vivía en ellos y rara vez se venía al pueblo, así que uno se acostumbraba a hablar con las torcazas, departir amablemente con los perros o mirar - insistente- de reojo- el rebaño de ovejas cuando al atardecer se dibujaba su blanca palidez en la acrílica paleta del ocaso” aseveró poéticamente.
“No es bueno que el hombre esté solo”, acotó mirando al piso y acariciando su pulóver de lana hilada.
Pero es cierto… había que esperar que una, dos, tres veces a los sumo durante el año, para que se armara un bailongo en el club o en alguna yerra grande. Y entonces sí, el susodicho se ponía todo lo que tenía, botas, bombacha nueva, rastra con el nombre trabajado con esmerilado esmero, sombrero de ala ancha impecable y un pañuelo con una colonia que le había vendido un sabandija que andaba por los campos engatusando gentes con falsos elixires.
Los diálogos- me cuenta – eran breves, concisos- no es de mucho hablar el hombre de campo, asi que sin dejar de tratarla de usted, y antes de conocerla ya le proponía casamiento para después invitarla a bailar la polca o el clásico pasodoble, cosa de ir ganándole tiempo a las ganas que galopaban como un potro salvaje en el pecho.
Por qué no charlamo un ratito, ah?
En los pueblos era algo parecido aunque uno podía adosarle otros recursos...como la serenata, acom-pañado por algún amigo beodo que hacía la segunda mientras tocaba una guitarra destemplada, el amante atacaba una de Magaldi haciendo aullar a todos los perros del barrio, el grupo sonaba como si te apretaran los dientes con una morsa!!
Había que amar mucho al sátrapa que se desgañitaba contando cuánto la quería… pero el amor es misterioso y a veces el pretendiente lograba su cometido y el padre le autorizaba a verla una vez a la semana en el zaguán, siempre y cuando él los pueda ver desde el comedor en donde engullía carne fría o salpicón con ajíes en conserva.
El tiempo fue cambiando y aparecieron los bailes preparados específicamente para el encuentro. Primero ellas iban con la madre y si no le caías bien a la suegra tenías menos probabilidades de ganar que la Nueva Fuerza en el 73!!!
Después, si tenías suerte y el mocasín aguantaba el roce incesante alrededor de la pista, podías lograr conocer los primeros efluvios del amor. Me he encontrado con mucha gente de esa época que aún odia al grupo musical que amenizó la velada, porque le hace acordar el día que conoció a esa persona que hoy se pasa el día gritando por la casa con el batón floreado y la escoba como un rifle a repetición…y viceversa, ella que soñaba con Hugo del Carril o más acá con Claudio Levrino, lo ve hoy fundido en el sofá que compraron en Mueblería Steiner con el vaso en la mano y en ojotas mirando desorbitado todos los partidos que pasan en la teve…!!!
Bésame, bésame mucho!
Hace muchos años escribí sobre los lugares que existían para estar “al fin solos”... zaguanes, patios, cines, baldíos, obras en construcción, autos, alojamientos, ayudaron a que la vida sea un poco más placentera, porque antes, mucho antes los novios eran como Nebbia con La Balsa: ¡ la tocaban una vez cada tres años…!!
Entonces todo fue más fácil y llegaron los boliches, los reservados, los “asaltos”, las tertulias, las fiestas en quintas, los pubs, las clases de chamame-gym, los coros, las reuniones de consorcio, los recitales, y muchas otros espacios en donde achicar el espacio entre el deseo y la consumación.
¿Querés salir conmigo? ¿a qué colegio vas? ¿cómo te llamás?.. eran algunas de las brillantes construc-ciones literarias que se usaban como para romper el hielo…¡con semejante coeficiente no entiendo cómo no estamos aún todos solteros!. Pero también estaba el amigo poeta que le escribía a toda la barra versos seductores para que logren hacer caer a la ninfa en la red de la pasión… el problema era cuando se peleaba con el amigo y entonces el poeta iba derecho a decirle a la naifa que él había sido el autor de esos versos que la hicieron abandonar toda resistencia.
Voy a comerte el corazón a besos
Y así sigue la cosa, hoy ellas manejan el recitado, ellas mandan y eligen, ellos deambulan con el vaso de mezclas fermentadas intentando no perder el único ritmo que suena intermitente como un leñador enardecido sobre el tronco tribal de la modernidad.
En vez de escribir interminables cartas de amor, citando poetas tan melosos como Narosky o buscando alguna amiga de ella para que sirva como reguero de nuestra pólvora insaciable, hoy no…hoy están los mensajes de texto…tres palabras y ya está todo dicho. ¡Ni se te ocurra hoy día ir con una guitarra a hacerle una serenata! No sólo te va a put.. toda la familia, sino que ella te va a tirar con toda la colección de Cds. de Daddy Yanke!!!...y... –¡desgraciado mundo material!- si no tenés algún vehículo vas a tener que tener más labia que Saramago para convencerla de lo lindo que es el mundo a pie…pensar que antes llevaban la china en ancas en la bicicleta rodado 28 que Ciotti o Toniolo te vendían en cómodas cuotas!!!. ¡Cómo nos cambia la vida!...hoy en vez de mirarte a los ojos te mira la marca de la remera!!! ...Estamos perdidos, como no va a ser famoso Ricardo Fort!!!, antes nos pasábamos la noche entera desarrapados, sin importarnos ni la moda ni el tiempo, cantando en la playa bajo un fogón "el Oso" de Moris, compartiendo el tiempo entre todos y tratando de cambiar el mundo!!! Ja…”mira que eran pelotuditos” le dijo una chica a su padre cuando éste le contó que se pasaba todo el día en el bar Ramos leyéndole a las amadas traducciones de Bob Dylan...
"hay que adecuarse a los tiempos o por lo menos comprenderlos"…repite un amigo mío que no se saca las bermudas rayadas, los lentes color salmón y la remera con la cara de Metallica, y eso que recién cumplió 68 añitos!!!
Voy a apagar la luzzzzz....
Por eso la conquista –aunque ha ido perdiendo adherentes- aún lucha por mantenerse y ayudar a la humanidad en su inconsciencia proletaria y animal, porque cuando piensa una parte no piensa la otra (dijo un sabio que no curtía nunca) y porque estamos destinados a buscarnos, locos, pasionales, irracionales y persistentes, aunque hoy día no sepamos bien para qué, pero crecer en el otro hace bien y cuando se puede hay que intentarlo aunque en el derrotero nos vayan cambiando las reglas, los lugares, la música y hasta el sexo con el que nos vamos a ir a dormir – si dios, la patria y la farmacología lo permiten- para disfrutar aunque sea de vez en cuando de la maravillosa sensación de ser uno el protagonista de esa telenovela y lo más importante …¡que alguna vez alguien nos diga que nos quiere …!
PD: De cualquier manera estamos un poco mejor que antes…no olvidemos que los cavernícolas -al no conocer ni la poesía, ni la guitarra ni el rubro 59- sólo les quedaba el tirón de pelos y el garrote para convencer a la dama de sus deseos irrefrenables!!
viernes, 15 de enero de 2010
Canto a las mujeres que cantan
Para cuidarte en cada flor y odiar a los que te castigan... yo quiero vivir en vos.
Esta segunda entrega está dedicada a María Elena Walsh, mujer que desparramó su decencia de vidala, nos enseñó el idioma
de infancia, nos sembró de guitarras y nos sigue alumbrando con su escándolo de sol...
A los 17 años ya gano un premio por su primer libro de poemas, cobijada por el destino escrito varias veces por su propia pluma, Juan Ramón Jimenez la llevó a EEUU, corría – aunque en esa época más despacio- el año 1949.
Decir que publicó mas de 50 libros parece exagerado pero es tan real como el "Reino del revés". Editó mas de una decena de discos infantiles que recorrieron el mundo siendo incluso versionada por artistas de la talla de Joan Manoel Serrat, Mercedes Sosa entre otros, y como si esto fuera poco le sobro arte como para componer cientos de canciones aunque para muchos las mas reconocidas son las que dedicó a su querido público infantil.
Y entre canciones para tomar el te y mientras bailaba el Twist del mono liso, se hizo tiempo para conocer a la Reina Batata, hacer magia con el Brujito de Gulubú, o compartir ilbros con la Vaca Estudiosa…y hasta recaló en Pehuajó junto a Manuelita, su amiga eterna y universal.
"Manuelita vivía en Pehuajó ,
pero un día se marcó.
Nadie supo bien por qué
a París ella se fue
un poquito caminando
y otro poquitito a pie."
Canciones para mirar
Junto a Leda Valladares, en su autoexilio europeo, crearon una corriente musical que llevó nuestra musica popular en los ávidos centros culturales del viejo continente.
Esta mezcla impredecible de cantora, actriz, poeta, compositora sigue siendo hoy día una de las geografías del alma que más debemos defender y no olvidar ,porque sino nos pasa como siempre, y valoramos la costa recién a la hora del naufragio.
“Yo creía superada la etapa de la exposición pública, los reportajes, pero al público le sigue interesando lo que hago, y aunque me escondo un poco, a veces hay que salir al ruedo. Por otro lado, no me gusta que me olviden.”
Y fue bueno que en 1985 sea declarada ciudadana ilustre de Buenos Aires y mas tarde de la provincia toda…porque como ya he dicho escrito anteriormente todos precisamos de la caricia, de la contención, del reconocimiento…más en un mundo que viaja tan aprisa que se suele olvidar hasta los pasajeros.
"Me dijeron que en el Reino
del Revés nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro
es juez y que dos y dos son tres."
(reino del revés)
"Mañana se lo llevan
preso a un coronel
por pinchar a la mermelada
con un alfiler,
yo no sé por qué."
(Cancion de tomar el te)
El país de nomeacuerdo
Varias generaciones hemos sido cooptadas por la magia infinita que irradió María Elena, ¿quién no fue acunado o acunó bajo el influjo de sus canciones?, no por nada cuando "Manuelita" fue llevada al cine por García Ferré se convirtió por mucho tiempo en uno de los filmes más vistos en nuestro país...Y no por nada, mientras seguía conquistando el corazón grande de los niños, se hacía tiempo para abrigarnos con sus versos para que la memoria no se olvide de esos años de soles escondidos.
"Hoy vuelvo de países que están muertos,
después de un mar que no me dijo nada,
porque el único viaje es el amor."
"Señora de ojos vendados,
con la espada y la balanza
a los justos humillados
no les robes la esperanza.
Dales la razón y llora..
porque ya es hora."
Es verdad que fue también una persona contradictoria, a veces intolerante como cualquiera de nosotros no?, y que muchas veces se la juzgó por sus actitudes cotidianas minimizando su envidiable talento artistico. Porque somos culturalmente – los argentinos digo – somos inconformistas, extremistas y destructores de figuras populares, entonces como queremos pretender que esas figuras no sean en parte como somos nosotros todos como sociedad?.
Juguemos en el mundo, María!
Por eso Maria Elena yo le escribo a tus alas, a esas que ayudaron a volar a millones de niños, esas que nos enseñaron a ser irreales, soñadores y fantásticos, a tus canciones que rompían con lo establecido, a tus rimas hechas de sana rebeldía y a tus indómitos versos que hicieron añicos los pentagramas de lo “correcto”… dándoles a los niños (y a los grandes con alma de niños también) un mundo nuevo mas puro y limpio en donde jugar y dejar que se suelte la vida como un globo, un mundo brillante y pleno en donde compartir la risa antes que nos volvamos adultos y nos terminemos de adulterar.
Por todo eso, te digo gracias, por todo eso… ¡te quiero!
"Tantas charlas, tanta vida,
tanto anochecer con olor a comida
son una eternidad familiar
que en un solo día no puede cambiar.
Y afuera llora la ciudad
tanta soledad.
Estos muros, estas puertas,
no son de mentiras,
son el alma nuestra,
barco quieto, morada interior
que viviendo hicimos,
igual que el amor.
Y afuera llora la ciudad
tanta soledad."
Esta segunda entrega está dedicada a María Elena Walsh, mujer que desparramó su decencia de vidala, nos enseñó el idioma
de infancia, nos sembró de guitarras y nos sigue alumbrando con su escándolo de sol...
A los 17 años ya gano un premio por su primer libro de poemas, cobijada por el destino escrito varias veces por su propia pluma, Juan Ramón Jimenez la llevó a EEUU, corría – aunque en esa época más despacio- el año 1949.
Decir que publicó mas de 50 libros parece exagerado pero es tan real como el "Reino del revés". Editó mas de una decena de discos infantiles que recorrieron el mundo siendo incluso versionada por artistas de la talla de Joan Manoel Serrat, Mercedes Sosa entre otros, y como si esto fuera poco le sobro arte como para componer cientos de canciones aunque para muchos las mas reconocidas son las que dedicó a su querido público infantil.
Y entre canciones para tomar el te y mientras bailaba el Twist del mono liso, se hizo tiempo para conocer a la Reina Batata, hacer magia con el Brujito de Gulubú, o compartir ilbros con la Vaca Estudiosa…y hasta recaló en Pehuajó junto a Manuelita, su amiga eterna y universal.
"Manuelita vivía en Pehuajó ,
pero un día se marcó.
Nadie supo bien por qué
a París ella se fue
un poquito caminando
y otro poquitito a pie."
Canciones para mirar
Junto a Leda Valladares, en su autoexilio europeo, crearon una corriente musical que llevó nuestra musica popular en los ávidos centros culturales del viejo continente.
Esta mezcla impredecible de cantora, actriz, poeta, compositora sigue siendo hoy día una de las geografías del alma que más debemos defender y no olvidar ,porque sino nos pasa como siempre, y valoramos la costa recién a la hora del naufragio.
“Yo creía superada la etapa de la exposición pública, los reportajes, pero al público le sigue interesando lo que hago, y aunque me escondo un poco, a veces hay que salir al ruedo. Por otro lado, no me gusta que me olviden.”
Y fue bueno que en 1985 sea declarada ciudadana ilustre de Buenos Aires y mas tarde de la provincia toda…porque como ya he dicho escrito anteriormente todos precisamos de la caricia, de la contención, del reconocimiento…más en un mundo que viaja tan aprisa que se suele olvidar hasta los pasajeros.
"Me dijeron que en el Reino
del Revés nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro
es juez y que dos y dos son tres."
(reino del revés)
"Mañana se lo llevan
preso a un coronel
por pinchar a la mermelada
con un alfiler,
yo no sé por qué."
(Cancion de tomar el te)
El país de nomeacuerdo
Varias generaciones hemos sido cooptadas por la magia infinita que irradió María Elena, ¿quién no fue acunado o acunó bajo el influjo de sus canciones?, no por nada cuando "Manuelita" fue llevada al cine por García Ferré se convirtió por mucho tiempo en uno de los filmes más vistos en nuestro país...Y no por nada, mientras seguía conquistando el corazón grande de los niños, se hacía tiempo para abrigarnos con sus versos para que la memoria no se olvide de esos años de soles escondidos.
"Hoy vuelvo de países que están muertos,
después de un mar que no me dijo nada,
porque el único viaje es el amor."
"Señora de ojos vendados,
con la espada y la balanza
a los justos humillados
no les robes la esperanza.
Dales la razón y llora..
porque ya es hora."
Es verdad que fue también una persona contradictoria, a veces intolerante como cualquiera de nosotros no?, y que muchas veces se la juzgó por sus actitudes cotidianas minimizando su envidiable talento artistico. Porque somos culturalmente – los argentinos digo – somos inconformistas, extremistas y destructores de figuras populares, entonces como queremos pretender que esas figuras no sean en parte como somos nosotros todos como sociedad?.
Juguemos en el mundo, María!
Por eso Maria Elena yo le escribo a tus alas, a esas que ayudaron a volar a millones de niños, esas que nos enseñaron a ser irreales, soñadores y fantásticos, a tus canciones que rompían con lo establecido, a tus rimas hechas de sana rebeldía y a tus indómitos versos que hicieron añicos los pentagramas de lo “correcto”… dándoles a los niños (y a los grandes con alma de niños también) un mundo nuevo mas puro y limpio en donde jugar y dejar que se suelte la vida como un globo, un mundo brillante y pleno en donde compartir la risa antes que nos volvamos adultos y nos terminemos de adulterar.
Por todo eso, te digo gracias, por todo eso… ¡te quiero!
"Tantas charlas, tanta vida,
tanto anochecer con olor a comida
son una eternidad familiar
que en un solo día no puede cambiar.
Y afuera llora la ciudad
tanta soledad.
Estos muros, estas puertas,
no son de mentiras,
son el alma nuestra,
barco quieto, morada interior
que viviendo hicimos,
igual que el amor.
Y afuera llora la ciudad
tanta soledad."
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